miércoles, 23 de diciembre de 2009
Secuencia de accidentes mentales
jueves, 17 de diciembre de 2009
I.E.S Fernando de Rojas
martes, 8 de diciembre de 2009
Pan tumaca
lunes, 30 de noviembre de 2009
Él era un chico corriente [Parte Final]
Pero allí seguía sin nevar.
viernes, 27 de noviembre de 2009
Aquí huele a hierba
jueves, 26 de noviembre de 2009
Llueve afuera
lunes, 23 de noviembre de 2009
Él era un chico corriente [Part. IV]
Una chica morena con un bolso marrón y una carpeta azul entró en el bar, obviamente no era una borracha. Su cuidado aspecto reflejaba limpiamente una imagen meticulosa, fruto del esfuerzo invertido en detrimento de horas de sueño.
Los chicos del café abandonaron su ritual para ofrecer sin timidez un largo y tendido vistazo a aquel cuerpo que pasaba y posaba delante de ellos. Después de un par de comentarios sin verbo y onomatopéyicos bajaron la cabeza nuevamente y retomaron la ceremonia en un café casi vacío y frío ya.
Ella se sentó lo suficientemente cerca de él como para que advirtiera su presencia y lo suficientemente lejos como para salvaguardar su intimidad. Las miradas se cruzaron sin ninguna intención. Dejó la carpeta sobre la mesa, el bolso en el taburete y antes de que se acercara a la barra allí estaba, dedicándole el mejor de sus gestos el dispuesto camarero que gentilmente le atendió. Mientras, el chico del biombo gris seguía atento la jugada. Esperó de pie su café con leche y en menos de un minuto se dio la vuelta plato en palma hacia la mesa, donde se abanicó rauda con el sobre de azúcar, lo rasgó y lo volcó de lleno sobre el líquido vainilla. Tras varias vueltas de reconocimiento, no vaciló a la hora de engatillar la taza, su preciosa boca se hizo un punto y seguido y bebió tímidamente.
“Pero… ¿¿¿Y mi café???”. Dijo alterado.
Nadie contestó.
jueves, 19 de noviembre de 2009
Él era un chico corriente [Part. III]
El camarero seguía ordenando los vasos, que montaban guardia en línea militar, mientras el chico lanzaba su mirada en parábola como una jabalina hacia el exterior a través de la ventana, como esperando algo o a alguien, adivinando que nadie vendría a salvarle. Encendió silencioso otro cigarrillo en aquella esquina con el fin de construir un cuarto en un metro cuadrado de paredes con ladrillos de nicotina y pegados con alquitrán. En medio de la masa ruidosa lo mejor es colocarse los cascos con la música a todo volumen, es otra manera de gritar y él gritaba para dentro succionando el cigarro y escupiendo cortinas de humo, convirtiéndolas en breve biombo que le ocultaba de nadie.
Los primeros que entraron en el bar fueron dos chicos que todavía dormían de pie, apenas hablaban. Dejaron sus mochilas en dos taburetes delante de la barra y pidieron dos cafés bien cargados, uno se sentó todavía con la cazadora puesta y con las manos rezando entre las piernas, clavó ensimismado su mirada en la mesa hasta que su compañero llegó presto con las dos tazas bien calientes. Hablaban del sueño, del frío y de las pocas ganar de ponerse a estudiar al son del cubierto que mareaba el café. Oteaban la taza concentrados y giraban la cucharilla en contra de, como si se tratase de un ritual que hiciera retroceder el tiempo para ganar horas de estudio.
En ese bar uno podía ser o bien un estudiante o un borracho, y el solitario no encajaba en ninguno de los dos patrones. Tenía la juventud del universitario y el ebrio cansancio que convierte al ser humano en muerto viviente desterrado de su tumba de neón y cristal. Parecía que pasaba inadvertido. Pasaba el tiempo, y el reloj de su paciencia se agrietaba lentamente…
lunes, 16 de noviembre de 2009
Él era un chico corriente [Part. II]
De pronto, como si de la nada hubiera salido, el sonido volvió. Tan nítido como misterioso, pero esta vez volvió multiplicado, como gotas de lluvia entrando en el metro una tras otra en todas las direcciones un lunes a las nueve de la mañana. Pisadas perdidas pidiendo paso abrían espacio en una calle colmada de piedras donde tan solo se escuchaba la luz de la luna, pisadas que llegaban tarde hacían nudos entre ellas y tropezaban haciendo aún más ruido desconcertando a nuestro corriente chico invisible, que hizo la estatua y excavó con su mirada un trozo visible de cielo para llegar a la remota posibilidad, posibilidad al fin y al cabo, de que tal vez, solamente tal vez, fuesen los demás los pacientes de esta extrañamente anhelada invisibilidad, de una u otra manera él iba a estar al otro lado de la línea, exiliado en un trágico y opaco protagonismo. No nevaba.
Los charcos explotaban a cada paso y su metralla saciaba la sed de las eternas tortugas mientras la noche hacía pública su muerte cíclica con la aparición de los primeros rayos que van royendo la tierra hasta hacerla suya, convirtiendo el nuevo día en historia, la mañana es griega y la noche romana, la misma historia de siempre.
Aquellos pasos no le llevarían a ninguna parte salvo a él mismo, parecía estar extraviado en un campo de trigo, su mente agonizaba, no había camino en el camino, se palpó fuertemente el cráneo y dirigió un alarido animal a lo largo de la calle. Serenidad. Bajó los ojos, aumentó el volumen de su tórax con una gran bocanada y expulsó. Silencio. Ni siquiera las nubes amagaban movimiento.
El dueño de un café que adornaba aquella calle se disponía a abrir el bar con la mansedumbre de un hombre que apenas se acaba de levantar, era el momento en el que los estudiantes que iban a la biblioteca tomaban energía para afrontar otro día de estudio entre cafés, tapas y alguna que otra caña entre partida y partida de mus, todavía no había llegado nadie aunque no tardarían. El hombre entró en el bar, encendió las luces y comenzó a hacer esas cosas detrás de la barra que la mayoría de usuarios desconocemos pero que da la sensación de estar ocupados bajo la fiel música del cristal y los cubiertos, los trapos y las maravillosas servilletas arrugadas que crecen como setas bajo la barra.
Calmado y algo triste, abatido por el desconsuelo, entró a calentar las palmas de sus manos sudorosas con la taza de un café con leche. Empujó la puerta y buscó la esquina más alejada de la salida, se sentó alrededor de una mesa para cuatro dejando de barrera al resto de los taburetes delante del pasillo. Se recostó sobre la pared y dejó sobre la mesa aún grasienta del día anterior la cajetilla de tabaco y el mechero. En la barra, el dedicado camarero se afanaba por colocar los vasos sobre la estantería de madera, hace años esa madera era clara pero se ha ido ennegreciendo porque sacaba los vasos todavía calientes del lavavajillas y sudando vapor, al colocar los vasos boca abajo el aire se condensaba y las gotas penetraban en la madera ablandándola y tornándola oscura. Supongo que el paso del tiempo nos ablanda y oscurece un poco a todos.
viernes, 13 de noviembre de 2009
Él era un chico corriente part. I [Microrrelato que participó en el festival de Torremolinos de este año]
Su casa era un hostal de media pensión con derecho a pasar inadvertido a lo largo y estrecho de un dilatado pasillo, tan largo como se hace la garganta en un mal trago y donde un colchón siempre desnudo empujaba unas sábanas ásperas que asomaban por la puerta entreabierta de su cuarto.
Tenía el poder que tienen los grandes edificios en una ciudad plagada de ellos; la invisibilidad. Nadie reconocía ni prestaba su tiempo a aquel fantasma vestido de grano de arena salvo aquel bar que hacía esquina, siempre que pasaba por ahí podía sentir cómo traspasaban aquella pared de cristal los ojos de los parroquianos y sus córneas posándose en él, como un blanco cordero extraviado siente el punzón de cristal rojo en medio de su cuello en la fría y ciega noche. No había nadie alrededor de la multitud que se ahogaba en la corriente de una cotidianidad consecutiva y periódica, nadie. Descarriado en las entrañas de la ciudad sus oídos apuntaron hacia el seco y armonioso paso de un par de zapatos sin persona delante de él, era alguien invisible como él, como el viento de una tarde, cualquier tarde de Enero en Salamanca, que saca punta a los esqueléticos dedos de madera que aún no han sido amputados y señalan al cielo clamando auxilio en su silencio de savia seca. Tímido, se limitó a imitar el sentido y la dirección de aquel sonido hipnótico que le llevaría por el centro de la ciudad, calles estrechas, acogedoras, largas y robustas donde el ladrón encuentra su fuerte en oscuras esquinas que sesean en la sombra. Siguió aquellos pasos que le dieron el último empujón que le da el padre al hijo en bicicleta antes de batirlo en duelo con la inercia, como la caricia por el largo cabello femenino que termina en las puntas y acaba con lo que parece un liviano gesto de despedida, o quizás un hasta luego. Aquel sonido tan sobrio y sombrío le sonrió por última vez dejándole la batuta de sus propios pasos y movimientos en el peor de los momentos, buscando en una recta la velocidad centrífuga. Desapareció.
Él era un chico corriente y nunca le importó qué buscar sino dónde. Allí donde la imagen se descompone en millones de gotas saladas, en el embalse que aguanta en sus pulmones el peso de un suspiro de cristal a punto de caducar, en las calles empedradas con conchas de tortugas destinadas a aguantar el peso de la humanidad y, como una hormiga más, allí estaba él, borrando con su pisada otras pisadas que mañana borrarán la suya, sin saber que el olvido llama a la puerta cada día y que es doloroso que te arranquen el recuerdo de las entrañas, pero sólo duele al principio, cuando sabes que estás siendo robado, cuando el olvido actúa borra todos los puntos de apoyo de nuestro pasado, como también sucede con las pisadas que se pierden, el olvido las borra porque le dejamos pasar, es entonces cuando te caes. Pero a este chico el olvido no le importaba porque formaba parte de él, errante invisible delante de una calle apenas iluminada seguía sin saber qué buscaba, amor, dinero, sexo, diversión, una mirada par, un paraguas con goteras o un abrazo que lo supliera… mientras existiese un dónde el qué buscar no importaba.Pidió tiempo para pensar a un cigarrillo, sujetó un muro agrietado con su espalda, flexionó un pie contra el mismo y comenzó a inhalar rojo y a exhalar gris mientras pensaba con la mirada perdida adónde iría a parar el caudal de sudor que emanaban los poros de la palma de sus manos a través del curso que dictaban las arrugas, surcos cada vez más profundos.
jueves, 12 de noviembre de 2009
Sin ton ni son
viernes, 30 de octubre de 2009
¿Y Mañana?
martes, 27 de octubre de 2009
1 cigarro cada 15 mins es un paquete en 5 hrs
domingo, 25 de octubre de 2009
Las vueltas dan mucha vida
Las letras que me guían
sábado, 24 de octubre de 2009
El secreto del reloj
Tanta droga no es buena, nos convierte en seres violentos.
Noche, copas, risas, medias, novias, botas, escotes, precipicios color carne...
Vi aquel minuto pasar y quise apretar el gatillo y quedarme solo, tan solo que ni yo estaba.
Pelo largo, medias a y 30 y tacones desde donde las mujeres otean la carroña antes de que salga el sol y se evaporen. Sus pendientes son las dagas que pendulan mientras hacen el amor sobre ti. Más te vale cumplir o la vieja inquisición te abrirá en vertical y rojo con su perfume envenenado.
Vi aquel minuto pasar, y me hice un año más viejo.
miércoles, 14 de octubre de 2009
Fotografías D.E.P.
domingo, 11 de octubre de 2009
Estrella fugaz
martes, 6 de octubre de 2009
El sueño de las nubes
viernes, 2 de octubre de 2009
Yo querer
domingo, 27 de septiembre de 2009
Siempre es de noche
jueves, 24 de septiembre de 2009
Siempre
sábado, 19 de septiembre de 2009
Preposición indecente
viernes, 18 de septiembre de 2009
Halagos de pago
la violenta lluvia confunde la humedad con la tristeza en la caras,
curiosa máscara que todos se han puesto alguna vez.
domingo, 13 de septiembre de 2009
Siempre te encuentro
viernes, 11 de septiembre de 2009
La crisis, Berlusconi, el IPC...
-"Si el apolítico es el que manifiesta desinterés por la politca.....el que manifiesta interés pero no le convence ninguno es....?"
Alejandro:
-"Inteligente".
sábado, 5 de septiembre de 2009
Sin ton ni son
Vuelcas tu furia de aire envenenado sobre mí,
haces caer lápidas marmóreas en mi piel ya púrpura,
suturas con sal las heridas de la angustia,
das besos de plástico en los que me ahogas,
lo logras.
Abres la puerta y la cierras con un golpe de sangre de mi nariz.
Dulce emperatriz,
decapitaste hasta a la cicatriz que unía mi recuerdo del dolor.
Represento la sal lagrimada, la viuda lengua,
las ganas de cama,
las llamas...
La mentira del motivo que me llevó a ti,
el motivo que movió mi memoria murió,
momia del mañana con la luz desaparece.
La resaca de las 6:23 de un reloj con parada cardiorrespitatoria...
quiso dormir tranquilo,
quiso besar la distancia desconocida con su tímida mirada.
Todos se fueron del bar,
y él con la copa a medias y los hielos exiliados.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
París y el Quijote
lunes, 24 de agosto de 2009
Moscas en adopción
Ansia blanca
Es lo que todos quieren, una rubia delgada y con una buena delantera, de los tridentes nos olvidamos, de momento. Quieren música de huesos y muelles, eyacular y dar la espalda, descansar.
domingo, 23 de agosto de 2009
Verano
domingo, 2 de agosto de 2009
Ginebra y tónica
viernes, 31 de julio de 2009
Lengua y oído
La vi, me vio y me dolió.
Nos vimos y nuestros párpados se hincharon tanto que sentimos el abanico ocular del contrario a cada insignificante pestañeo. Sin necesidad de guerras y en bandos diferentes lanzamos flechas en parábolas que siempre acertaban.
Nos hablamos.
Cosquillas en esa carretera sinuosa llamada oído que siempre llega al orgasmo. Lindo el juego de la palabra en habitaciones ruidosas, linda su boca que dispara un aroma que engancha mi alma escamada con el anzuelo sin hueso y flexible, el mismo que quisiera anudar con el mío. Linda la mentira envuelta en brillante plástico que abro de camino a casa; caja vacía. Caja vacía que abro cada noche en busca de un aliento que dé música a este pentagrama escuálido, pálido, ávido de.
Píntate las uñas de los pies, mi lengua será roja.
sábado, 25 de julio de 2009
Tic, tac, tic, tac, tic, tac...
viernes, 24 de julio de 2009
Personalidad abrumadora
Libros
Zumo mental
El amor hace olvidar el sexo y el alcohol lo hace volver, me pregunto si existen los borrachos enamorados entre la turba de borrachos de amor. Los primeros afloran los días de diario y estos últimos lo hacen los fines de semana, el domingo descansan todos.
Todos menos los que se van al cine con sus respectivas.
Sólo quiero beber, fumar dejarlo todo pasar y mientras pasa disfrutar de la fruta recién cortada y también de la caduca que con el tiempo nos educa. Mirar a la diana de tus ojos sin miedo y dejar que leas que quiero dejar en tu cuerpo mi adn Antes De Nada y sobre todo ahora.
No quiero ser parte de la marea que nos va borrando el cuerpo lentamente ni del viento que erosiona mis tobillos. El olvido es la última página del libro de nuestra vida y así como toda herida cicatriza nosotros cicatrizamos con ella hasta el fin, sólo espero que mi herida sea bien grande.
Sólo quiero beber, fumar...
domingo, 19 de julio de 2009
De nuevo tarde. Tarde de nuevo.
sábado, 18 de julio de 2009
El ruiseñor
lunes, 13 de julio de 2009
Es domingo
viernes, 10 de julio de 2009
Y todo a media luz...
Por escribir
jueves, 25 de junio de 2009
Vomitando estulticias
miércoles, 24 de junio de 2009
Agh
noche
cerveza
calle
varillas
bar
whiskey
tabaco
gentío
música
miradas
mentiras
faldas
tacones
ganas
huídas
venidas
índice
señala
espalda
caricia
aroma
ignoras
palabras
vino
garrafa
luces
cámara
y
acción.
Hasta mañana.
martes, 23 de junio de 2009
En tus entrañas Anaya
domingo, 21 de junio de 2009
Sol y brisa
jueves, 18 de junio de 2009
Gotas de sol
miércoles, 10 de junio de 2009
Nada nos importó
viernes, 5 de junio de 2009
Jueves noche 3:22
lunes, 1 de junio de 2009
Going backwards
Sin pilas
Problema semántico
Nudo en la garganta
Sexo anónimo sin ánimo de
jueves, 28 de mayo de 2009
Sexo, mentiras y salvación
miércoles, 27 de mayo de 2009
Vicios y tecnología
martes, 26 de mayo de 2009
Interferencias
nada es real salvo la mentira que disparan tus pupilas,
el diccionario se está ahogando en la sopa de letras,
donde nadan jeringuillas.
sábado, 23 de mayo de 2009
Sexo al fin y al cabo
lunes, 18 de mayo de 2009
Roe, roe, roe...
Abatido por las balas con dirección y sello caminaba herido de vuelta a, encontrando solamente consuelo en un coche fúnebre aparcado delante de la iglesia. Ahora los coches negros no imponen tanto como antes, ¿hemos aceptado la muerte mejor que hace años o simplemente la ignoramos?
La muerte consuela, nos dice que tenemos todo el tiempo del mundo, pero yo sigo cabizbajo intentando encontrar en el mapa asfáltico la gran x sin saber que un paso de cebra me puede enterrar.
viernes, 15 de mayo de 2009
Sólo existe hoy
jueves, 7 de mayo de 2009
Whiskey on the rocks & roll
lunes, 27 de abril de 2009
La ciudad
-¿Lo oyes?, Aquí viene -es el parásito que se ha colado en el intestino de Madrid. Muerde y avanza, avanza mordiendo una manzana que un niño ha coloreado a rayas y que la Esperanza se ha encargado de oxidar arrugando su piel.
Allí comprendí cómo funcionaba todo, la teoría gravitacional terrestre, la atracción de los cuerpos -no entre ellos, sólo tú sabes eso-, la inercia y sus puñetazos, patadas y empujones. Aprendí a dormir despierto y fui almohada de sus sueños durante tres o cuatro paradas. Descubrí que el fenómeno que los que comenzaban a ser americanos denominaron Melting Pot lleva existiendo aquí muchos años. Me di cuenta que la parafernalia televisiva esconde la misma humanidad que la del mendigo que pide un cigarrillo en Lavapiés. Al fin y al cabo todos somos humanos, aunque los rayos catódicos les transformen en reinas y reyes.
En el autobús pienso dando ya la espalda a la ciudad lo grande que es, pero no sé si es mejor, no sé si hay más oportunidades en un pequeño frasco de perfume o en una garrafa de agua de colonia...
Madrid menguaba cada vez más.
Sólo la extraña parsimonia de una ciudad en continuo movimiento puede empuñar la tinta con tanta fuerza que escriba en esperanto la conclusión que trae consigo el viento cada vez que aparece un nuevo vagón de metro.
Yendo
Ella no sabía quién era.
Nuestras miradas no se cruzaron.
25 - 27 de Abril
Nacía un nuevo día.
Pero éso no era lo más importante.
jueves, 23 de abril de 2009
.sentido el busques le nO
martes, 21 de abril de 2009
Kill me
sábado, 18 de abril de 2009
Perdona, ¿Tienes hora?
Que yo te vea.
Caudal que riega mis venas,
siembra vientos vestidos de piedra,
congela mi angustia en tela de seda y trágatela.
Esta noche las calles se visten de vino tinto, el color del vatio dibuja sombras a solas que no se consuelan y yo, perdido entre la penumbra te escribo desde la asfaltada doble continua cambiando de acera superado por un llanto interior que se rasga y desespera. Existe el crepúsculo perfecto entre aquel tacón lejano y la madrugadora escoba del barrendero.
domingo, 12 de abril de 2009
Cuenta sueños
"My my my myyyyyyyyy Sharona..."
Calzoncillos
sábado, 11 de abril de 2009
El novio de la tía que me gusta
En realidad ni siquiera sé si son novios y ella no me gusta tanto, pero él, me cae mal de cojones.
jueves, 2 de abril de 2009
Hace frío
miércoles, 1 de abril de 2009
No es amor
martes, 31 de marzo de 2009
Sin batería
jueves, 26 de marzo de 2009
Otra vez tarde y borracho
miércoles, 25 de marzo de 2009
La ivaginación
sábado, 21 de marzo de 2009
Cuesta
lunes, 16 de marzo de 2009
Viaje desde hasta hacia para por
"Del papel que ella me dio en blanco y yo convertí en letra azul en el autobús de vuelta a Salamanca y que se extravió en el autobús o de camino a casa el 15 de Marzo de 2009 y que he reconvertido con el fin de desahogar la tristeza que implica perder algo con un valor incalculable para mí y que tan sólo significa una hoja doblada dos veces para el resto del mundo"
No hay lugar con más encanto que una estación de autobuses. Todavía es de día, las maletas van y vienen, algunas dicen adiós girando el cuello dedicando una última mirada hacia el andén. La atmósfera que rodea a las estaciones de autobuses debe de ser especial porque hace que las personas expresen su amistad, amor, añoranza por la ida y un sinfín de sentimientos, buenos sentimientos, forjados con la incandescencia de un abrazo mientras se repiten las palabras que ya han sido dichas una y otra vez antes de la despedida. La repetición mecánica de una o varias frases tiende a memorizarse (a corto plazo) y quizás se haga para evitar el olvido, quizás se haga para evitar el olvido.
No hay lugar con más encanto que una estación de autobuses, está oscureciendo pero todavía hay luz suficiente como para dibujar la escena, la luz es escasa pero intensa y las maletas que salen de la bóveda con olor a ropa doblada intentan observar entre algún bostezo y estiramiento si les han venido a buscar. Algunas salen disparadas a la salida sin mirar sabedoras de que nadie les está esperando. Recién llegada, maleta en mano que abandonará en vertical para dar abrazos entre un mar de piernas locas. Tanto los abrazos de bienvenida como los de despedida, los de despedida quizás más, son más sentidos y tienen más significados, son nudos en cuya efímera fugacidad nadie puede desatar, nadie puede desatar.
La llegada implica despedida pero la despedida no implica nada más que tristeza, tristeza que siempre sobra y que se encuentra en un sucio rincón acolillado de cualquier estación de autobuses esperando compartir viaje con alguien que se despida, con alguien que se despida.
Menos mal que las últimas miradas, las últimas palabras, el último tacto de tu mano, los últimos abrazos y los últimos te quiero que decimos con el fin de parar el tiempo no siempre son los últimos, no siempre son los últimos.
lunes, 9 de marzo de 2009
¡Cuánto habría ganado quedándome en la cama!
Pillo el coche y a los 5 minutos un anciano de aspecto jovial me da por detrás, es decir, impacta con su cïtroen pitingo de color azul en el extremo derecho trasero de mi coche, (mi coche que comparte mi hermano conmigo y que nos compró mi padre). Del impacto creí que me había metido en un hoyo, miro hacia atrás y ahí están la pareja, su mujer ni se inmutó y yo mientras mirando qué había pasado y buscando los porqués de semejante sacudida, todo esto aderezado con una cola como la de nacho vidal pero en metálico rugiendo con sus cláxones impacientes conductores con boina babeando de rabia que deberían tener todavía una ele cargando en el remolque de ignorancia supina y que no se acuerdan de cuando ellos la llevaron(la ele) porque la imbecilidad de estos papanatas no tiene límite y si lo hubiera o hubiese lo destrozarían a la velocidad de la luz por el carril de la izquierda adelantando en rotondas para avanzar un magnífico puesto que le ahorrará 5 segundos de su vida detrás de un novato que lleva tres semanas con el coche. Total que del impacto se me salió el intermitente delantero bajo izquierdo del coche, que la amable transeúnte por la que paré para dejar pasar en el paso de cebra de la discordia y que fue el origen de mi "porculada", me indicó que no estaba en su lugar, como si de un ojo salido o saliente colgando de las venas. Entre el jaleo de cláxones una chica en un coche negro con los labios rojos, no sé si del carmín o de la sangre que sus propios mordiscos provocaban por una rabia desatada a causa de esperar a un novato que ha "recibido" por primera vez me gritó "pero mueve el coche que &$&¡¡¡* ..." a lo que le contesté con la peor de mis caras(me cuesta poco ponerlas) que ARGH%&!!!!!... esa chica moderna no se había dado cuenta que todavía le adorna una preciosa boina con restos secos de paja.
Al final conseguí colocar el intermitente en el trabajo y cuando volvía a casa, casi con la sonrisa de lo que ya era una anécdota...
se me rompe de cuajo la llave del buzón al girarla y se queda dentro.
La gente que viene de fuera y dicen que los charros somos muy de pueblo...aciertan muchas veces.
Feliz Lunes.
domingo, 8 de marzo de 2009
Vuelta a la bebida
miércoles, 4 de marzo de 2009
El sofá a las 18:00
martes, 17 de febrero de 2009
Vista y gusto
jueves, 5 de febrero de 2009
¿Cuándo fue?
miércoles, 4 de febrero de 2009
Hasta luego...
...
he conocido otra manera de querer, porque creo que se quiere diferente a medida que uno crece, y creo que en esta época de mi vida, de la nuestra, el amor se vive de muchas maneras, con pasión, con cabeza, sin ella...de maneras indescriptibles, hechas posibles gracias a ti por cómo evocas con tu mirada, con tus gestos, con tu boca...con tu mirada, tus ojos...donde me paseo y me recreo, una cárcel posible fuera de ella...
martes, 27 de enero de 2009
Sacando la basura
los días son como lastres, son casi las tres
de este martes roto en mil partes
mi cerebro se ha fugado con el ego
fueron a por tabaco y dijeron que volverían luego
es normal soy tozudo
intento encajar las piezas de este puzzle con legos
y si lo hago mal dibujos nudos
para qué las cuerdas vocales si soy mudo
delante de la tele jóde**
vas a tener que pagar la TDT
te recomiendo TNT
y ante el avance detente
no hagas lo que hace el resto de la gente
yo rimo porque porque quiero y porque puedo
porque debo porque bebo
porque haga lo que haga si no escribo un poco muero
como un cero.
me gusta abusar de la gramática
un amigo no se mide en matemáticas
es mi temática
aquí la gente es humilde
no van de
ni a por
van con
la sonrisa siempre puesta.
tengo odio a mi propio odio
que siempre termina siendo el podio
el monopolio
de esta manera es tan fácil liberar esta mierda que tanto me consume,
con suma paciencia progresa sin ciencia
la ficción no es la esencia en mis papiros
si no me gusta lo que veo huyo o me piro
y si no me sale nada pataleo como un crío
ultimamente casi nunca río, me falta brío
estoy lento no contento con mi vida aún sonrío
si duele te jodes,
tenemos moratones por correr maratones con zapatillas sin cordones
tengo una herdida que no para de sangrar
voy a alabar a tu dios, a ver si él me puede curar.
mi fe se tambalea no sé quién va más borracha de los dos,
tengo cien promesas en los bolsillos para vos
también tengo fama de cabrón,
porque me piden regalos y yo les doy carbón
los reyes son los padres y dios es un invento,
los conventos son hoteles que no pagan al ayuntamiento
dime si es mentira lo que cuento, tele, prensa,
es mejor leer un cuento
allí no hay tantos muertos, por eso es ficción,
por eso llora está canción, sin solución
la comprensión amordazada por la discusión sin pedir perdón...
sin pedir perdón...
sin pedir perdón...