viernes, 27 de noviembre de 2009

Aquí huele a hierba

Y la musa se fue, hizo mutis por el foro y emigró al norte, lejos de aquí, me dejó congelado, con las ideas marmóreas y rígidas dictando año, mes, día y hora de la defunción, bajose el telón. Nunca más, la suma pesimista que da el último empujón al fin. La misma canción, la nota quemada, la almohada insaciable, la manta arrugada del día anterior. Quema tanto la mañana aún siendo invierno en el infierno... Queman tanto las pupilas mareadas, la marea salada, las heridas...
La vida vacía, la botella sin licor, la pausa...