viernes, 30 de noviembre de 2012

Otro día menos

Un cadáver dividido científicamente por el golpe de un coche a 120 kilómetros por hora adornaba la estampa de alquitrán, otro día más. El cielo seguía impertérrito, cimentado poderosamente con el color del pasotismo. Ella se licenció en la escuela de magia (no de brujería), y podía cambiar el color de dios con un sencillo gesto.
Se puso las gafas de sol y dejó que la música silenciase el ruido del motor.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Ducha dentro de tu boca

El vaho de su boca empañaba los cristales, nunca me sentí tan pirómano debajo del agua que de ella manaba. Sin toalla ni reflejo, descalzo me deslizaba por su lengua resbaladiza buscando alcanzar la dulce yugular perfumada.
Las bragas en el pomo de la puerta entreabierta, sus piernas. Dos hálitos de diferente pasta que se buscaban.
Un muerdo en el cuello y un nudo sin hueso.

martes, 27 de noviembre de 2012

Nostalgia

Nunca quise abandonar aquel espacio rojo y negro, donde el humo y los vasos acompañaban cualquier día, no importaba cuál. No importaba dónde. 
Solamente importaba quién.
Ahora veo todas esas habitaciones que pintamos lejos, muy lejos, un poco lejos, borrosas. Dejamos la toxicidad suicida a un lado para respirar aire puro, las zapatillas manchadas de barro por los zapatos impolutos de domingo, el carmín de fin de semana por los besos sin importancia. La banda sonora de dientes rechinando por silbidos de una felicidad pasajera que siempre para en la misma estación. 
Nunca quise abandonar aquella suciedad ensangrentada, el líquido amniótico desde el que observaba todo y a todos.
Nunca quise irme, y aún sigo preguntándome por qué lo hice.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Cuando el cielo se apaga

Reventando en el cielo fuegos estelares, caía  el suave telón de una tarde color melocotón que supo a poco. Siempre saben a poco esas tardes preciosas color melocotón cuando se ven tras las ventanas de una cárcel de papel. 
Es una pena que los días se oxiden tan rápidamente.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Enfermo

Como un disparo en la sien. Así entraste en mi memoria. Y aquí te has quedado, tumbada en mi sofá, fumándote mis cigarros y bebiéndote mi whisky. Con un bote lleno de tinta y cartas por escribir. Con los dedos ocupados escondidos en esquinas que matan la rutina una tarde gris de tantas. Como la de hoy. 
Como el agujero de un disparo te has quedado. Como un recuerdo terminal. Hasta el final de ambos.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Conjunción de astros

Si tú eres viento, yo bolsa de basura.
Si basura eres, yo la rata famélica.
Tú armónica y yo la armonía, la cuerda de tender tú y yo la nota.
Tú la carne, yo los puntos de sutura, tú el siguiente párrafo y yo los suspensivos.
Si eres gato yo rueda pinchada, nadie como tú para levantar el ánimo.
Si tú eres alma, yo te refuto y te convierto en teoría. Real.
Tú ceguera y yo braille. Tú la boca en el micro y yo el baile.
Si eres guerra, yo soldado. Tú gatillo y yo la vertical metálica.
Tú prueba y yo tubo de ensayo. Tú el virus y yo la cama de petri.
Tú eres tú y yo soy yo, siempre los dos más tontos.
Tú los continentes que se abrazan, yo su pegamento de sal.
Si tú eres arco, yo soy cuerda. Sin espacio para flechas.
Si eres recuerdo yo el que se acuerda.

Y si no eres...