sábado, 31 de mayo de 2008

Bah

Para qué escribir si este boli es estéril, no más que el autor, que necesita beber para vomitar toda una amalgama de sinsentidos vertidos en copa de tubo tan volátil como este agua de madrugada que se evapora y llega a tu cuidad y te ahoga, ya sé que no son horas pero mi mente te devora sin demora y aunque tu estés fuera yo te dibujo en mi alcoba donde la tregua es la impaciencia de las lenguas que se hacen de rogar, y tu sabes latín, y yo soy mudo, tantas palabras para decirte que te quiero no entran por embudo.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Desde dentro

Contigo sin fianza porque hay confianza.
Contigo por la espalda porque no tengo espada ni soy enemigo.
Contigo y tu ropa visto la cama y el suelo.
Tus huesos ilíacos, montañas cubiertas de piel donde no hay nieve aunque cuando estoy encima me falta el aire.
Tu fémur, mi almohada blanda y blanca.
Mis falanges añorando tus falanges, tus falanges ignorando la intención de mis falanges.
Siete vértebras cervicales, tengo la suerte de poder besar tu cuello.
Los nudillos desgastando mis dientes, impacientes.
Y la boca llena de transeúntes que salen del metro buscando.

lunes, 26 de mayo de 2008

Más de lo mismo

Era un tanto peculiar, caminaba lento, rápido, lento rápido con los cascos puestos escribiendo en la trasera de sus hojas de recibos del banco, nadie existía y en los bares abandonados sólo bebían las luces de colores, la de la tragaperras y la intermitente luz catódica.
Escribía de camino a casa cuando regresaba por la noche, sólo escribía por la noche, pero el camino solamente le recordaba lo que había escrito la última vez que volvió a casa. Las mismas calles en números rojos sin nada que ofrecer, los mismos pasos cansados y el vaivén de un cuerpo empuñando un bolígrafo escribiendo unas líneas, izquierda y derecha, izquierda y derecha que abandona para coger las llaves del portal y acabar de escribir para ella entre interferencias de una radio atrapada en un ascensor ascendiendo.
Casualmente siempre acaba la canción justo antes de hacer girar la llave que lo traga en casa, donde no sabe escribir ni se acuerda de ella porque no la escribe.

sábado, 24 de mayo de 2008

La cara B de mis muñecas

Niñas y muñones bailan, medias teñidas y zapatos limpios, el bar estaba casi vacío, casi lleno. Me preguntaba dónde coño vivirías, el número de tu puerta y el de tus medidas. Me preguntaba el precio del dólar en las comisuras de tu cintura, en la fina línea de algodón de tu cadera, me preguntaba qué ventana guardaba una luz encendida bajo sus persianas. ¿Y si estuviera debajo de tus sábanas mañana? Sin cepillo de dientes, ni llaves de casa, sólo los vaqueros y mi monedero sin un euro, pero lleno de tequieros ebrios todavía, sigue el sueño...

martes, 20 de mayo de 2008

La noche pedía un blues

La noche pedía un blues, triste y desértica la avenida luces blancas pares que vienen, luces rojas pares que van y luciérnagas metálicas que no puedo alcanzar.
La noche pedía un blues, un paraguas compartido, un semáforo amigo que me detiene y me cobija de la lluvia, demasiado impaciente, me mojo.
La noche pedía un blues que no pude encontrar, las fachadas cierran sus ojos, somnolientas, ya es Martes, suicidio consecutivo, infinitas balas, demasiadas, demasiado lejos aunque...
aún me pregunto si todavía sigues despierta.

domingo, 18 de mayo de 2008

¿Vienes o voy?

Hoy volví a casa con jazz en los auriculares, Willie Dixson y su I can´t quit you baby, tranquilo, disfrutando de la vista que la sintetizada luna acetilsalicílica me ofrecía entre cortinas de nubes blancas, casi transparentes. En los bares aplausos de cuero con sabor a victoria lograda varias jornadas antes, pasión etílica y con sabor a humo, demasiadas contrariedades se unen otro Domingo envejecido y cada vez más similar a mí. Vivo demasiado cerca de cualquier lugar y a veces me gustaría caminar largo hasta llegar a una ventana iluminada con forma femenina, sentarme encender un cigarrillo y esperar el movimiento, pero siempre acaba apagándose la luz, y yo a dos velas y con siete colillas arrepentidas en el suelo. ¿Dónde estás? Quizás me haya alejado sin darme cuenta aunque te he dejado besos en la nevera y unos cuantos en el congelador y te los seguiré dejando siempre que pueda para que con su frío te den calor, hasta que lleguemos a intercambiar nuestro propio calor debajo de la manta y hagamos nudos con los dedos de los pies y nos arañemos la boca.
Ven.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Saltaste a mis ojos (aquella)

Guardaba aquella foto en blanco y negro que recortó del periódico local, allí estaban sentados, solitarios, separados los dos por un asiento. Tres días finitos compartiendo aire de pulmón a pulmón entre ellos, limitados por aquella barrera invisible, y por una timidez respaldada por la incómoda idea de rechazo.
Aquella pared, dedicada enteramente a ella y a él, único recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue. Era morena y sus afiladas y eternas piernas se retorcían como un regaliz con sabor a vaqueros erosionados por una piel escondida.

Aquella pared manchada con la foto de un periódico…

Aquellos largos hombros en los que me hubiera dormido sin poder dormirme, aquella mirada por el rabillo del ojo que se colaba en su rostro tan tímida como la primera sonrisa, dubitativa y tan lejana como aquella kilométrica silla que nos separaba.
Se entretenía rayando el papel de sus escasos apuntes sin prestar atención al ponente de aquella reunión anónima, rayaba tanto el papel como mis entrañas a rayas se desgastaban por un único pensamiento románticobsesivo, dibujó algo que no pude ver, quizás era su nombre…
Mírame, te estoy escribiendo porque soy mudo y tengo un nudo que une dos zapatillas y una está rota
y la otra,
la otra ni siquiera es su par.

martes, 13 de mayo de 2008

Siempre desde la lejanía

Siempre desde la lejanía, allá a lo lejos mordí el mundo, se abrió el cascarón y cayeron la yema y el huevo al suelo que nadie pisa, donde aún no llega la brisa y la prisa es sumisa de los grilletes de papel. Ser fiel a tus labios es mi misa, la anorexia en la cocina y el hambre en los lavabos, la sartén y los trapos, tu vestido a cuadros que te quito y me quedo a cuadros: película de dos rombos. Mañana será el día más feliz de mi vida si te encuentro a mi lado y me has borrado las heridas.