jueves, 29 de noviembre de 2007

Zona de encuentro: el velatorio

El murmullo de la gente llenaba de pena aquella habitación, nunca antes unas miradas habían repasado tan eficientemente el suelo, todos hablaban de él, algunos le recordaban, anécdotas entre lágrimas y esbozos de tímidas sonrisas comentando lo poco que coinciden y que deberían verse con más afluencia.
Les escuché hablar de ella, jugaba a la ruleta con la humanidad, unos la insultaban, otros la aceptaban, pero no se puede hablar de ella con tanta ligereza ni siquiera en un velatorio. Intenté buscarla por toda la habitación, sentía su gélido aliento entre el gentío, hacía demasiado frío. Flotaba en el ambiente observando, quizás buscaba nuevos inquilinos entre ancianos para su ático construido a golpe de pala, o quién sabe, quizás buscaba carne fresca para dejarla fuera de la nevera y recogerla en su bolsa de madera cuando el olor a podrido nos haya corrompido.
Al salir escuché a dos mujeres hablar:
"¿A quién buscas?"
"A Esperanza"





Descanse en paz Felipe Mateos.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

La equis del mapa

He venido para decir que me voy. Necesito hacer las cuentas para saber cuánto espacio me queda, cuántas horas y cuanta cera de esa vela. Necesito volver a necesitar, levantarme y vestirme de vagabundo, marchar y recordar el eléctrico paladar que me dio tantos besos para comer y me mantuvo famélico sin chispas que llevar a la boca. Ahora la abstinencia, más tarde el mismo cobarde arderá con los excesos, convertidos en sucesos que se elevan en un cenicero.
Necesito volver a esa ladera donde se afilan los árboles con el frío que hace llagas en mis labios, surcos donde jugamos a hacer nudos con la lengua, pero no sabemos que siempre mengua, se caen las ganas de vivir y se rompen en mil brazos que abrazan confiados el espacio de aire donde somos los mismos jodidos extranjeros sin papeles con una patera construida con el miedo de vivir con miedo. Me voy para conocer, para abrir los ojos quizás en otra vida, quizás en la misma muerte, necesito vivir con miedo al amor y con amor al miedo de vagar por el medio de la misma carretera que nos divide a todos, los que van y los que vienen, separados por una línea indivisible o por una continua, solamente sé que lo que siento continúa.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Colchón al desnudo

Caricia, beso, bragas, pelo, cinturón, corazón, condón, ojos cerrados, respira, inspira, muerdo, vaho, uñas, paso de cebra, piel, sudor, amor, mentira, sábanas, zapatillas, cigarro, váter.
Del amor a la basura, la misma servilleta de blanco papel que enraíza debajo de la barra del bar, se ensucia más con las pisadas ajenas que no les permiten crecer que con nuestros besos despreocupados llenos de migas inservibles, cada una de esas migas es una mirada que se recicla de vuelta, tantas miradas como para minar cada uno de tus pasos, confeti de alfombra roja en todos los charcos, pequeños barcos de colores que forman cada fin de semana un marco huérfano de figura, dejándome sin fe para poder dedicarme a la escritura, por y para el mismo fantasma que yo mismo he creado y por el que siento siempre que llama a la puerta el viento, suave caricia de terciopelo casi helado que congela mis manos y me impide seguir describiéndote hasta que salga el sol y derrita estas lágrimas que astillan mis ojos cada noche.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Soñando antes de dormir

Se escuchaba algo de música en el local cuando un dedo armado de una uña con forma de sonrisa dibujó un pinchazo inesperado en mi omóplato.
-"¿Tienes fuego?"
-"Siempre he soñado con el momento en que alguien como tú me pidiera fuego y no se girase para siempre con un cigarro mal encendido"

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Como agua se va

Ha pasado mucho tiempo ya, es la longitud de un abrazo que abarca un cuerpo frío y seco, como si el más flojo de los golpes hiciera añicos la madera podrida convertida en polvo estelar, la sacudida del mantel que hace volar los trozos de pan, ¿a dónde van?
Me acabo de acordar de mi pobre corazón, ¿no se cansará de bombear ilusión y desaliento al mismo tiempo? sin parar a descansar mientras los pulmones respiran hinchando una caja sin cerradura donde guardo las cartas que siempre te mando. Perdidas en alguna botella de whisky barato.
Desafortunado sin fe ni fisonomía que sirva de molde a un cuerpo de sílfide que ni si quiera existe sigo persiguiendo la misma pesadilla, arrancar de tu boca el sello que me deporta por mi mal comportamiento, solamente seguí al viento que me metió en tu portal y me despidió con un portazo, prefiero tus uñas en mi mejilla y el dolor real a seguir soñando cada mañana con príapo, el tiempo de almohadas mojadas ya pasó, quiero descansar en los acordes que lanza tu pecho, contrabajo con el que sueño y cada día trabajo en mi memoria aturdida repleta de cicatrices que causaron los cristales de aquel reloj de arena que rompí por pensar en , en y en . Mi cuerpo tampoco pudo aguantar el suave golpe del guante del tiempo y siento tu cuerpo sonando cada vez menos mientras se aleja dejando mi piel vieja, muerta dedicada por completo al humo que se muestra incapaz de dibujar para siempre un rostro, tu rostro.