viernes, 25 de noviembre de 2016

Segundfo plato

"Sentadoespersando a que llamoes, rezanso proque me des una señal.
los dias cada vesx van mas despacio....
y solomante epuedo esperar.......ç


que vengas a esplicar que todo ha terminado,
que tengas que decir que no me quieres ver....


es iposible que hays olvidadoi,
lo que los dos podiamos hacer.....

y si esto que ha pasado......................
va a pasarno potra vezeeeezzzz............

y si todo ha sido en vanoooooooooooooo
no tienes que que volver.......

mirando la sparades de este cuartioooooo
rezando porque vengas otra vez..........

y todo lo que habuiamos hablado......
es todo lo que vamos a paededer.....

si nunca quise ser el unico a tunlado
si tuve miedo fue porque te amara aasí.....
y todo le tiempo que he despierdiciado
se vuelve verde de nuevo cotra mí"

y si esto te hace dañooooooooooo
si te puedo hacer sufriiiiriiiirrrrrrrr
ha servido para algoooooooooooo
al menos para ,i..................................................................

viernes, 11 de noviembre de 2016

Futuro

Aprieto mi cráneo, cierro los ojos intentando recordar su nombre.
Me acuerdo del lugar, me estiro en el sofá y allí están, todos los libros, que son pocos, que tengo y veo en el lomo negro su nombre en blanco.
Cortázar y su idea del "futuro".
Tan él.
Tantos todos en apenas dos líneas.
Tantos palos de polos construidos para tocar un micro cielo a mano de todos.
Tantos todos.
Y sólo uno.


viernes, 21 de octubre de 2016

Vino picado

Te gustan las canciones tristes,
los payasos en la cola del paro,
los leones que no pasan por el aro,
lo fallos cardíacos de venas grises.

Las pifias del mago, los chistes malos.
El error del delantero ante un gol cantado.
Los aviones derribados, Nirvana y Los Planetas.
El vino frío y picado, el niño sin cometa.

Te gusta pedirme fuego,
decirme hasta luego y prender hectáreas pleurales mientras pierdo de vista tu espalda. Se va el tren dejando un halo de carbón alado en las vías de una calle empedrada. 

Los ceros a la izquierda,
el suspenso en Septiembre,
el primer hilo que abandona la cuerda,
los abrazos rotos.

El galgo famélico, 
el típico estúpido que escupió a Cupido.
El tacón roto, los pantalones rasgados,
el corazón sin motor y los ojos apagados.

La arritmia en poemas, 
las parejas que se quejan y lo dejan.
La esquina que te pierde,
los labios sin remite que te muerden.

El último hilo que nos terminó de separar.

domingo, 16 de octubre de 2016

Paseo dominical

"Que veinte años no son nada,
qué febril la mirada"


Gris. Es como si las fachadas de Madrid miraran al suelo, girasoles sin fuerza motor.
Un anciano sale a la puerta de un pequeño bar y abre su pitillera a mi paso. Su cara es rosada. Lo enciende y le pierdo de vista. Las calles han perdido glóbulos rojos, ya no huele a café y sólo hay murmullo en las plazas centrales donde las terrazas imantan a los restos del fin de semana. Ya casi no hay nada que hacer salvo esconder la soledad con un paseo sin destino, dejando colillas de pan para marcar el camino por el que no volveré. 
Un par de norteamericanos me saludan amablemente, tiene una etiqueta negra con sus nombres labrados en blanco, van elegantemente ordenados. Me dan una tarjeta y me dicen que parezco una persona que ama a su familia. Hace más de 65 millones de años nos volaron la puta cabeza. Me dan la mano y nos despedimos cordialmente. Sólo tengo en mente acordarme de que al llegar a casa tengo que lavármelas antes de masturbarme.
Todos terminamos siempre cerrando la puerta. 

Pero siempre termina entrando algo de aire.

miércoles, 12 de octubre de 2016

Día gris, blanco fácil, gato negro

Las palmas de tus manos, fotosíntesis de una caricia sin avaricia, largo tobogán de metacarpos envuelto en dactilares sin remitente. 

Eres de gatillo fácil, de pelusas entre letras y de gritos en las grietas. Eres eco insomne de almohadas que repiten en Septiembre. Canción de cuna para los que hacemos puzles en el techo de madrugada...

La calle estaba desierta y los paraguas parecían puntos suspensivos en procesión monótona, como las campanas de las 3 en San Ildefonso. Pasaban uno tras otro sin importancia. Ella se paró enfrente, sonriente, tenía la tenia del amor eclosionando su descendencia entre las paredes de la autovía de un solo sentido, donde las mariposas vuelan a ras de intestino, kamikazes hechos polvo de gusano. 
Caía el sudor de aviones sin aliento. La metralla reventaba en el escudo horizontal multiplicándose en lágrimas infinitas que descendían en parábola perdida como bombas de racimo inútil. Sólo causaron baja todos los que pasaron sin percibir la realidad. Todos menos ella. Ella seguía allí, a escasos dos besos de distancia. 

La sonrisa de tu boca. 
           
                             
                               p
                        a            e
                  r                       n
              a                               t 
          P                                       e


Sucesión de dientes valientes volando en suspensión anaeróbica hacia mis mil talones de Aquiles. Día gris, blanco fácil, gato negro.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Trampolín (Cordial despedida)

Salté al frío en suspensión, respiré el recorrido del impulso que me catapultó tras las nubes de tus medias de nailon de azúcar. Recorrí las yardas de cal hasta tocar con la punta de mis yemas la superficie de la luna. 
Ingrávido en silencio bebí del líquido amniótico como un funambulista con insomnio y caí en picado con las uñas rojas de la impaciencia. 
Me robaste el despertador y la calma, te llevaste la maleta pero me dejaste tus recuerdos en la cama. El minutero en tu entrepierna y las horas perdidas dibujadas en el techo de mis pupilas casi sin pilas, agotadas y llenas del vacío frío espacial que te hace distante y tan jodidamente especial. 
Llévame contigo al interior del paréntesis donde nos conocimos, donde nos besamos tan largo como puntos suspensivos. 
Tan vivos...

Piscina sin agua.

jueves, 8 de septiembre de 2016

Sonia del Amo

Y en la puerta un corazón. Demasiado pequeño para ser el tuyo.

Hoy me dijeron que te habías ido sin hacer las maletas, que ya no estabas y que en el bar se ha hecho una grieta con tu ausencia que ha multiplicado las grietas fuera de él. Que te llevaste la música a otra parte.

Silenciosa.

Ahora todos nos preguntamos por qué, frunciendo un ceño extrañado e incrédulo que no quiere abrir los ojos ni escuchar lo que no puede evitar sentir.

Me hubiera gustado darte un último abrazo.

Hoy volveré.

Hasta siempre querida Sonia.

miércoles, 27 de julio de 2016

Treinta y pico gra2

Donde se juntan 2 respiraciones, 4 pulmones y 1 colchón.
Miles de poros abiertos abriendo casi Agosto, como pozos de petróleo vomitando al cielo en gritos ahogados. La piel quema y qué más da si no nos da la gana poner el punto final a la mañana.
Y el pulso en rebajas, rebanados en tiras de confeti de una fiesta ya acabada. 
Las espinas de la Rosa no son más que escalones hacia el pétalo.

Si algún día llegas a subirlo, dime si me ves.

martes, 12 de julio de 2016

Malasaña

A veces quiero tanto.

Y se queda en tan poco...

Hay ratones en el paracaídas. 
Termitas en la calle madera y ateos en espíritu santo.
Ni una sombra bajo la palma y el pez agonizando de CO2 y napalm.
Minas anti persona en estrechas aceras destinadas a barco.
Los niños de san ildefonso beben latas inocentes señalando con el dedo de colón a la fixie aparcada delante del bar...

Nunca

Cuando la razón cojea y se nos han caído las armas.
Cuando se ha perdido el sentido de la dirección adecuada.
Cuando el camino es el filo hacia la nada.
Cuando el tabaco se acaba.

Tiempo.

Siempre nos quedará el tiempo.

jueves, 23 de junio de 2016

Fusión

Éramos una trenza, el tejido carnoso de un regaliz, 
el cable escondido al fondo de un cajón olvidado. 
Retorcidos exiliados y fundidos con unas sábanas erosionadas, 
fuego que dos ángeles sin alas crearon en una guerra con la bandera de sus bragas.

viernes, 20 de mayo de 2016

Un cigarillo más

Hice un lápiz con la flecha que me clavaste.

Qué bonito el paritorio. 
Blanco gritaba hipodérmico pentagrama del dolor. Nadie alrededor, contorno de soledad en 360 grados adosados al silencio de una madre dividiéndose en dos. Último hálito de expulsión, volcán en erupción entre sangre y tejidos desgarrados. 

Pérdida del singular. Bote salvavidas sin mensaje embotellado.
Se acabó el güisqui.

Y ahora qué.

No vale con dejarlo ir. Escribir porque sí, con todos los motivos. 
Y después se irán, se perderán, se irán, se perderán, se irán...
Como lágrimas en la lluvia.

Escribiendo en secano, estéril vuelo sin motor sobre la planicie amarilla de tu placenta, buscando entre el laberinto de planetas donde recostar el rompecabezas de Rubik que nunca se cansa de llamar a la puerta. 

Es inútil dibujar con la falange que señala en la arena del mar.
Se irá, se perderá...


viernes, 8 de abril de 2016

Two roads diverged in a yellow wood

Cuántas opciones entre millones, 
tomamos sólo una entre tantas decisiones.
Picas, tréboles, ases o corazones.
Y sólo una.

Las calles respiran, conjunto de células que forman bípedos en continuo movimiento, en pareja, solas o en grupo. Gran arquitectura de piel y huesos. Beben latas de cerveza, fuman y hablan de sonrisas bajo la luz eléctrica de farolas impasibles que todo lo ven. 
A veces creo que soy como una farola fundida, apoyado en la puerta del bar intentando buscar cada historia dibujada en esos pasos que vienen y van. Olas de mar de cemento y goma de zapatillas, colillas y basura en la capital.
La calle es lo suficientemente estrecha como para enjuagarse con los perfumes de todos los transeúntes y escupir una flor con manchas de tubo de escape. Es viernes de Venus y la gente vive volátil a ras de suelo desvirgado abierto siempre por dos calles. A veces van a dar al mismo lugar, otras, nos equivocamos. El tono de voz surge como un coro en plena sinfonía con el caos. La proporción áurea de los cuerpos construye un pentagrama de amor al prójimo basado en la puesta en libertad de los reos. Es hora de beber. 
Ester pone cañas, pinchos, patxaranes, licor café y vino. Siempre atenta detrás de la barra dando felicidad de cristal por el que mirar hoy. 
Millones de opciones, y sólo una:
Romper esas células a golpe de vaso 
y hablar mañana del camino no tomado.


TWO roads diverged in a yellow wood,
And sorry I could not travel both
And be one traveler, long I stood
And looked down one as far as I could
To where it bent in the undergrowth;        
Then took the other, as just as fair,
And having perhaps the better claim,
Because it was grassy and wanted wear;
Though as for that the passing there
Had worn them really about the same,         
And both that morning equally lay
In leaves no step had trodden black.
Oh, I kept the first for another day!
Yet knowing how way leads on to way,
I doubted if I should ever come back.        
I shall be telling this with a sigh
Somewhere ages and ages hence:
Two roads diverged in a wood, and I—
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.        

sábado, 2 de abril de 2016

A la cama

Uh! Said the man to the lady.
Uh! Said the lady to the man.

Suzie Q. say you'll be mine

Hemos perdido el norte, pero todavía nos quedan tres cardinales, tres cordis que asfixiar, tres atmósferas, tres tristes tigres y un triste payaso. 
Huecos vacíos y balas hambrientas. Comida en la basura y costillas que se yerguen hasta un cielo famélico lleno de nubes de algodón.
Y no hay lluvia que se lleve esta mierda que ahoga.
Y el tiempo, se nos fue de las manos, empapado en la arena como gotas secas sin eco, maltratadas por el rastro del resto de pisadas. Ya no hay cuentos de hadas. Todas degolladas brindamos con su sangre helada coagulada. 
Mañana será mejor.

No será peor de lo que era,
no será peor,
seguro que es mejor.................................................





viernes, 1 de abril de 2016

I love San Francisco

Apuntas silenciosa desde la distancia. Me guiñas un ojo antes de matarme. Como solías hacerlo cuando sabías que me llevarías a la cama. Parece que no estás y, sin saberlo, ya has colocado una bala en mi pecho. Quirúrgica, quién iba a pensar que los dedos que dibujaban borrascas en mi cuerpo se convertirían en el frío escalpelo que lo abriría en canal. Y ahora, ¿qué ves?
¿Puedes verme?
Lanzo llamaradas de napalm a cada paso que abandono y no son más que señales ciegas que dibujan un humo perezoso que se difumina en el olvido.
Tan pronto.
Tan tarde.
Y todo arde.
Cenizas.







sábado, 13 de febrero de 2016

T. S. Eliot

Creo que ya sólo sé hacer eso.
Bebo, enciendo un cigarro y te miro, pálida.
Me pides que te diga, que tatúe en tu piel de naftalina taciturna hormigas de tinta nocturna.
Y sólo sé buscar fluorescencia en combinaciones aleatorias de pensamientos distraídos. Lo siento.
Rompo el carmín olvidado en marfil nervioso, uñas y nudillos que  se frotan buscando la primera chispa.
La primera primavera que no llega.

April is the cruellest month.


Y si mañana murieras hoy te comerías el mundo, lo vomitarías en cualquier calle de Madrid y te dormirías. C'est fini.
Cada día muero, cada día que te veo, cada día que despierto y cada día que no puedo dejar de ser un ser cuerdo. 
Cada día que pasa y no puedo ser Guillermo Tell, cada día que no juego entre las vías del tren. Cada día que no me pierdo un poco es el día en el que algo se va. Y no vuelve. 
La gravedad, el espacio, querer volver yendo más lejos para arreglarlo. Querer regalarlo sin tener regalo ni celo.
Adoro el sabor de tus encías de desconocida...

jueves, 7 de enero de 2016

Calor

Baja incandescente tráquea, casi fundida pero estoica ante la intención de doblegar el espíritu del bebedor a deshoras, como si beber tuviera una fiesta en el calendario en la que los alumnos llenan los bares a escondidas y estrangulan los vasos a plena luz del día, celebrando el día del ahogamiento
Baja naranja fluorescente, lento como el beso que se disfruta, fuerte como los dientes cuando inciden en la fruta. Y no vuelve. Como los besos de ida y las cartas sin remite. 
Pero volvemos a besar, a escribir y la historia se repite.
Todas las piedras sobre el camino y los dientes de león y las velas de cumpleaños fusilados a ambos lados. 
La botella para el escritor y la pluma para los poetas. La negación del mañana siempre presente y el nunca imposible.
Las calles están llenas de muchachos borrachos inextinguibles dispuestos a incendiar la mecha que les lleve de viaje a otros Planetas, o al Sol, qué podría ser mejor.