lunes, 28 de abril de 2008

Todo sigue como estaba

Descalzo y sentado apuro la soga mientras escucho el interminable y monótono sonido de un teléfono al que doy la espalda e ignoro y que me mata un poco más cada vez que escupe ese grito metálico. Descalzo y de pie casi desnudo por la inercia que me seda cada mañana anudo las horas sin demora mientras escucho música de mujer entre guitarras y una voz que me colma*, mientras enciendo el móvil y veo las llamadas perdidas de hace una hora, media hora y quince minutos, lo vuelvo a apagar.
Me hubiera encantado conocerte.
Descalzo de pie sobre la silla oteo el mundo, mi mundo, escaso estrecho y encogido como un abrazo de mentira separado por un plástico que asfixia y que envuelve los regalos de los niños que aún creen en. Descalzo de pie desnudo sobre la silla ni siquiera llego a verte, me hubiera encantado conocerte...







*P J Harvey

miércoles, 23 de abril de 2008

Predicción ilusoria

El salón estaba lleno de gente, unos estaban sentados en los sofás charlando y gesticulando con una sonrisa pintada y los ojos dibujando atentamente al que hablaba entre copas de ron y whiskey, cocacola y naranja. La televisión sólo servía de flexo vertical a una mesa llena de colillas limpias y tabaco suelto plantado en ella. Había más gente de pie alrededor de los sofás, centro neurálgico de la fiesta que perdería la batalla a medida que subieran los minutos de celebración. En la cocina se hablaba de chicas y chicos, de fútbol y juegos de niños, peonzas, canicas y cromos, también de muñecas, pantalones ceñidos y tangas de colores. El pasillo de la casa, gran vía paralela al salón, se estiraba y dilataba como si respirase, dos puertas a la izquierda, tres a la derecha y un servicio en frente, por el que pasaría el alcohol de todas las ebrias uretras que festejaban no sé qué.
Existían miradas cómplices que se acababan de conocer, las más bonitas, una mirada cómplice con alguien a quién acabas de conocer es como enamorarse muy rápidamente surgiendo el deseo de explorar todo de esa persona ya mismo, también había miradas tranquilas, ebrias, sobrias, asombradas, miradas que estallaban en cataratas de carcajadas que hacían que esa casa fuera partícipe de nuevas amistades, de nuevos retos y nuevos besos que acabarían el Domingo en la estación de autobuses dando a luz a una nueva ilusión compartida.

domingo, 20 de abril de 2008

Son tus palabras

Es curioso lo imbécil que soy al volver a saltar de nuevo sobre el charco que tanto me empapó y que juré que no volvería a tocar nunca más, esta vez ese charco has sido tú y he vuelto a saltar sobre él para intentar empaparte los labios con agua y barro, y tú has saltado con cada una de tus palabras y me has empapado, y me he dejado empapar porque me gusta el aliento de una extraña que llama a las puertas de mi buzón dejando regalos que leo sin cansarme hasta cansarme de andar con los calcetines llenos de agua y de los resfriados que puedes llegar a causarme, porque no jugamos al mismo juego y tú llevas catiuscas y yo las uñas muy largas y los dientes también. Porque te miro con otros ojos aún sin conocerte y porque ésto es una declaración de amor sin saber qué es el amor pero solamente tengo mis palabras y las voy a lanzar como lancé todas las demás tiempo atrás, con sentido y sin razón, resentido el corazón ya no da mas de sí y sus estrías son cauces donde navega esta tinta casi extinta que bombea no sé quién aquí adentro.
Siempre me gustó ser de los muchos que se ahogan en un vaso de agua y de los pocos que nadan en un charco.

sábado, 19 de abril de 2008

Viernes casa

No puedo dibujar en la ventana si no vienes y sudamos para hacer vapor,
no puedo hacer castillos con el algodón de estas sábanas ni alzar frontera con la almohada si no vienes y luchamos los dos,
no puedo arañar tus piernas con mis uñas rotas para jugar al tres en raya en ellas si no vienes y mueves,
no puedo caer en tu trampa disfrazada de ombligo si no vienes y haces de señuelo a mi lengua ciega.
Cuando te tenga te diré que todas estas palabras han sido para ti, pero las palabras no enamoran sin embargo las mentiras sí y aún siendo palabras las mentiras son menos palabras que las palabras en sí, es todo lo que me queda y a lo que me agarro fuertemente con una mano, en la otra el vaso de whiskey aún más apretado intentando derretir el hielo y crear vapor con el calor de mi palma para poder dibujar lo que soñaba que dibujaba en tu ventana.

sábado, 12 de abril de 2008

Throwing the "trastos" to my own roof

Esta flecha señala justo el centro de Mis entrañas, De Mi ser, del pAladar en el que tu lengua se ahoga y se desahoga, dentro del pensaMiento concentraDo, el centro de la MAgnífica idea que se evapora el día siguiente, el centro de Mi pegajosa mente, la División de las MoléculAs, la vuelta a ser nadie, a pisar sin Marcar huella, a ser quien era antes De serlo, a vivir sin respirar y flotar y flotar... ahora aMo con lA MiraDa y escribo desde el pupitre de Mi AlMohaDa aMAneciendo dorMiDo con ropa de ayer y la caMa todAváa huele a siesta.

Te quiero desde el olvido

de una cocina en madrugada a oscuras y fría donde escribo sentado en un taburete la partitura del sonido de esta nevera congelada llena de líquidos sin caudal, sin venas por donde navegar, de momento.


Sigo buscando un cuerpo...

domingo, 6 de abril de 2008

Antojo de las 3:51

Quiero tener la batuta de tus suspiros, quiero tenerte tanto como entretenerte y verte desnuda sin nudos mientras nuestros labios mudos se anudan sin ayuda, quiero ser el compás de tu cuerpo, tu verbo soberbio y el último muerdo del que te acuerdes un viernes, si es que vienes. Quiero ser la palma de la mano que palpa tu cara y descifra el braile de tus pupilas en esperanto, tan universal y sin embargo mía. Quiero ser el artífice de tu sonrisa, el poema en tu sopa de letras, el que sacuda tus vértebras y te deje sin palabras, tus amarras, tu puerto en el desierto, el techo descubierto, tus virtudes tus defectos...

viernes, 4 de abril de 2008

París

Lávate las manos antes de tocarme, esteriliza tu boca antes de besarme, envasa al vacío tus ojos llenos del reflejo de ese reloj de arena que no para de llamar a tu puerta, no a la mía. Lejía para tu espalda curvada, pilar y tejado con goteras de sudor cuando hacemos el amor.
Limpia tus manos en mí, bésame con la boca llena, mi lengua será la servilleta doblada que coquetamente limpia tus comisuras, mírame bien, no para que tus ojos sean el reflejo donde pueda observarme sino para poder ver más de ti, donde el tiempo no existe y ambos nos infectamos cuando cerramos los párpados. Mi espalda es el tejado con goteras por donde entran los primeros rayos que te besan a primera hora de la mañana, aunque tú sigues dormida hasta la hora de comer, cuando la lejía ya ha bendecido el largo pasillo que pisas hasta llegar a mí.