domingo, 17 de diciembre de 2017

Frío

Dos pozos negros brillantes, llenos del misterio que la oscuridad sugiere. Un bostezo delante del espejo, me miro en tus ojos y apagas la luz. Lo llaman Big Bang. Yo prefiero darle tu nombre.

Una jabalina voladora que se estira como recién levantada. Cóncavo y convexo, cóncavo y convexo, al fin y al cabo tan sólo somos besos de esos que no se dan las estrellas en la pantalla, que nos andamos por las ramas cuando lo que en realidad queremos es irnos a la cama. 

Tu cuerpo, celeste. Medicina para la peste. Puedes pasarte por mi esquina, te daré amor cueste lo que cueste. Soy puta de un solo cliente. Te invito a entrar en mi mente, tengo mil laberintos llenos de serpientes diferentes, de todos los colores salvo el de tu lápiz de labios.

Voy a coserme los párpados con la cremallera de tu sonrisa, pegado a esta cornisa sumisa de la brisa que te traiga de vuelta.




miércoles, 13 de diciembre de 2017

Hálito

Siempre que dudo, soplo hacia algo. 
Si se mueve, significa que sigo vivo.
Pocas veces las hojas, toallas colgadas o restos de abrigo de ajo han permanecido quietos.

Todo lobo traga lodo.

domingo, 3 de diciembre de 2017

You´re beautiful

En el último capítulo de la segunda temporada de Stranger Things, Mike le dice dulcemente a Eleven "You're beautiful", como si desconociese el sentido de esa frase, como si no estuviese seguro de lo que estaba diciendo, no por no sentir, sino por no haber utilizado esa estructura sujeto, verbo y complemento directo antes. Como si supiese que lo que estaba diciendo no era correcto, como si fuese mentira, como si algo fallase. 

Y mientras todos se besaban y bailaban yo les hacía el spoiler de sus vidas, oteando desde el otro lado entre truenos rojizos y nubes negras, con mis patas clavadas alrededor del Hawkins Middle School.

No vais a llegar a la universidad.

La puta experiencia. Pros and drawbacks.

Anyway, lo que quería decir era que la frase "You're beautiful" (estás preciosa, guapa, bonita) limita mucho el sentido de la frase porque el verbo (to be), que significa ser, estar, y algunas gramáticas dicen que hasta parecer, aquí es traducido, inteligentemente, como estás, y no como eres. Todo es contexto.

No eres guapa, estás guapa. Mañana se te pasará. Como una borrachera de esas que te obligan a acostarte con un tipo/a feísimo/a. 

Tú estás guapa con pelos en las piernas y piernas en los pelos, con ojeras (mucho más), con mala hostia, con comida entre dientes, con tropiezos entre gentes, con pijama separando la costura de tus bragas del puente de tus nalgas, con todo y sin nada. 

Por lo tanto no estás. 
Eres.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Pasamontañas rosa

Escribía con espinas y borraba con pétalos, cenizas rosadas como el carmín que desgasta el frío en sus mejillas. El corazón apenas titilaba el impulso necesario para no desfallecer entre cigarro y cigarro, aquella chispa inocua que no se graduó como destello, efímeros ambos, gravilla de campo santo antes del primer lloro.

Escribía desde el fondo de su coraza, pozo donde lamía las raíces con la punta de su lengua viperina, sólo de aspecto, era indefensivamente inofensivo. El blanco perfecto de su propia ira.

Solía volver la vista a menudo, pero aquel día se dio cuenta, una vez más, de que todo el camino vital recorrido no era más que un gran surco de cal viva agonizando por un final sin huesos que roer.

Es demasiado pronto para dejar de escribir - pensaba.
Somnoliento, otoño engatillando a la primera hoja suicida. Marrón efecto dominó, metralla seca y aviones sin importancia violando nubes paridas de tubos de escape. 

Si salir es ésto, que me devuelvan a mi jaula - bebió del vaso una vez más del millón de veces que bebió.

Si los suspiros escribieran, no haría falta hablar. ¿Mirarnos a los ojos? Él era un cobarde, por eso prefería la prosa. Como un buen robo, el robo perfecto. Será quirúrgico, entramos, pillamos la pasta y salimos. Sin violencia.

Pero el crimen perfecto no existe y en la huida siempre quedan caminos ensangrentados, de cal viva o muerta.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Prometo no volver

Miro las pisadas de mi suela a cada paso,
nadie me mira, nadie me hace caso.

Entro en casa sucio y vacío,
he robado un billete hacia el precipicio de mis vicios,

Siento si te abraso porque soy un volcán en erupción,
se acerca mi período de extinción.
Parón del corazón.

Siento si rompo todo lo que toco,
soy como las olas, desgasto poco a poco.

Sólo quiero que sepas que mis besos fueron verdaderos,
tiernos de acero. 

Siento que todo ésto nos aplastara,
fue la lava. 

domingo, 6 de agosto de 2017

Cocaína negra

Huele a café. 
La cama se empapa del grano bullendo y la pituitaria se ensancha de gusto colombiano. Alguien está cocinando amor caliente a cinco metros. Cocaína negra. 
La luz despierta los sentidos y los pulmones vuelan hacia la ventana. Un cuerpo que sujeta unas bragas pálidas permanece inválido, de espaldas tobogán donde una lengua áspera jugó a ser crío de nuevo. Su látigo negro adivina los pocos lunares que se atrevieron a posar sobre su superficie extraplanetaria. 
Ella es lunar.

Se folla al café.




Por eso hierve.

Desde aquí

Desde aquí se pueden ver puntos voladores en el cielo. 
Todos habláis de trenes que van y vienen, trenes que se pierden, que se van, trenes que veis pasar.
Yo veo aviones a diario. Pasan cerca de las estrellas de las que tanto escribís, de la lejanía inalcanzable, de lo insuperable.
Decidme si podéis coger esos aviones que yo veo pasar, despegar y aterrizar. Ni siquiera los podéis ver. Los pies sobre la tierra, la cabeza debajo de la tierra. ¿La oís palpitar? 
Aquí no hay pasillo ni puertas de emergencia. Tampoco cinturones. 
Desde aquí pilotamos el cohete hacia la luna con un golpe fuerte y seco de nariz. Desde aquí hay un salto seguro a pintar el mejor cuadro borgoñés sobre el áspero asfalto empapado de colillas de Madrid. Acariciad el vagón. La caída no será la misma.
Los trenes se cogen, los aviones se doman.

sábado, 20 de mayo de 2017

Tu yugular

Las maletas a medio hacer, casi crudas, frías. Algunas motas de polvo se han escondido entre esquinas doblegadas de un rincón olvidado. Tengo miedo de mirar atrás y no querer marchar. Pocos son los aviones con falta de sueño. Valiente reto el querer cambiar el espacio-tiempo. Sólo un golpe que abra una grieta en el reloj podría cambiarlo todo. 

Está nerviosa, la he atrapado entre las ventanas correderas sin querer. Golpea hiperactiva los cristales de un prisma que tiñe el cielo de Madrid con puntos suspensivos que hacen que la noche se apresure. Como si quisiera que llegara el momento de la decadencia, de encías rojas apretadas, de sueños despiertos sin bragas a velocidades aceleradas, de baños en hora punta. De risas con prisa. Avisa cuando salgas. Manos ocupadas, dos o tres pulpos en un garaje.

Necesito un paracaídas para una altura de medio metro, se ha hecho el vacío en la calle de San Joaquín y todos están imantados al suelo. Gravedad congelada y ningún amante como en Pompeya. 

Sigo esperando la era del deshielo.

Y la catapulta en el trastero. Y la dinamita aguada. El gatillo oxidado y el arma encasquillada. Arco sin diana, Guillermo sin manzana. Burroughs con mala suerte jugando con la muerte.

sábado, 25 de febrero de 2017

Back to ...

Cada vez me cuesta más recordar el espacio de tus costillas donde solía condensar el aire. El cristal de tu piel, el papel. Mis dedos, la pluma dactilar de los mensajes ciegos en horizontal.

La mejor manera de vernos siempre fue bajar la luz y subir la música.

Y es que no hay nada más longevo que el último momento de la gota antes del suicidio. La forma perfecta antes de la explosión. Luego viene la arena del tiempo. Tu recuerdo en barbecho, la sequía, y la semilla de aquella gota de la que brota el óxido. Fruta podrida que alimenta aquellos huecos intercostales donde las falanges solían rayar mensajes de madrugada, ¿te acuerdas?