domingo, 27 de septiembre de 2009

Siempre es de noche

Ahora te das cuenta de que el suelo está frío, como tus ojos helados, perdidos, extraviados, buscando la razón que haga levitar tus pies del gélido. Duermes desnudo con un gran nudo casado hasta que la muerte lo separe. Una lenta cascada es tu mirada, lenta y turbia de madrugada. Pintas figuras en la pared, ¡cuántas veces lo has hecho! cuántos cuadros componen tu acrílica mirada, tan perdida como la suya. Mentiras coincidentes sin norte sin pasaporte, así es nuestro deporte. Palabras al filo de una boca que no es nuestra transforman el blanco espacio en un puente que duda...

jueves, 24 de septiembre de 2009

Siempre

Siempre no existe, siempre es hasta que dure, ya sea la tinta impulsada por los electrizantes dedos o el corazón que propulsa tinta. Todo es breve y todo es nada (y mientras digo ésto me viene a la cabeza Las promesas de Los Piratas), y todo es tan grande que no lo podemos abarcar y se nos caen los pantalones porque no existe el cinturón que sujete el aire de estas cuatro paredes, probaré con unos tirantes elásticos que prolonguen la caída a la nada.
Se irán, se perderán, se irán , se perderán, se irán...
Y mientras nada y todo se atraen como polos opuestos que son, cada hemisferio de mi cuerpo señala a uno de esos dos contrarios, dejando los 360 grados para el resto del mundo que debate y se marea mientras mis hemisferios señalan el camino recto, aunque en diferentes sentidos.
Quizás las dos maneras de ver una línea recta sea un sinsentido.
Aún así me quedo en casa comiendo a cuchara un gran plato caliente y rebosante de nada. Es extraño lo lleno que me siento al acabar, será el todo.
A veces quiero tanto ahora ya que solamente lleno el aire de palabras (algo es), en este caso, un cuadrado donde coloco letras en un espacio que se acerca al todo (pantalla llena de letras) pero en realidad es nada (internet no es un espacio físico, o eso creo).
Demasiadas explicaciones para no decir nada, ¿verdad? (sonrío)
Como lágrimas en la lluvia...

sábado, 19 de septiembre de 2009

Preposición indecente

Fue todo una mentira, cobarde, caminé solo a la salida, borracho, rompiendo el ruido de cristal. 8 grados y las 6:49, es la sentencia de Tempo para las sombras unicelulares. Un portal se traga a una pareja con ganas de... o de... Quizás sea mi turbia imaginación la que sitúa a los personajes este escenario, Salamanca crepuscular. Quizás fue esa densa neblina que inspiré por sus calles amarillas y grises, quizás fue la falta de o la intención de.
Por eso vuelvo solo a casa sin querer volver, esperando a y pensando en.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Halagos de pago

Helados que se cansan de esperar a la boca y lloran,
la violenta lluvia confunde la humedad con la tristeza en la caras,
curiosa máscara que todos se han puesto alguna vez.

Ahí aparecen los halagos de pago, en efectivo o con tarjeta aconseja la mirada triste ofreciendo un hombro sobre el cual dormir la pena. Mientras, allá afuera siguen llamando las gotas al cristal golpeando enfurecidas claman venganza quizás, tan sólo quizás.
Un perro carroñero lame el insípido helado que sabe más a suelo que a colores, así sabe la verdad de los labios de los bares, seductores labios de carmín y nicotina que inspiran mientras inspiro, y que se acaban tan pronto como un cigarrillo.
Hoy saldré aunque llueva y quizás salte en los charcos borracho y señale soberbio al cielo de mil verbos devolviéndole el agua que nos ametralla, me da igual si me llevo por delante a decenas de inocentes, no lo hago por religión sólo soy fanático de las letras que alineo en este patíbulo blanco que tiño de lenta sangre negra, ellos dicen que es tinta pero la vida, y su sabor, quizás han tornado mi sangre de color, tan sólo quizás.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Siempre te encuentro

Siempre te encuentro. La verdad es que nunca debí de volverte la espalda y marchar, que fue marchitarse. Y si no te encuentro, me encuentras, de madrugada bruja volviendo a casa. Porque sobran los motivos y si no, nos los inventamos. Por los espacios en blanco de tu colchón, porque antes era tan sólo una sola cama. Y por las vueltas a, vueltas de, vueltas por. Giremos pues hasta encontrarnos de nuevo en este loco mundo mareado que no sabe a dónde va.

viernes, 11 de septiembre de 2009

La crisis, Berlusconi, el IPC...

Nacho:
-"Si el apolítico es el que manifiesta desinterés por la politca.....el que manifiesta interés pero no le convence ninguno es....?"

Alejandro:
-"Inteligente".

sábado, 5 de septiembre de 2009

Sin ton ni son

Sin ton ni son.
Vuelcas tu furia de aire envenenado sobre mí,
haces caer lápidas marmóreas en mi piel ya púrpura,
suturas con sal las heridas de la angustia,
das besos de plástico en los que me ahogas,
lo logras.
Abres la puerta y la cierras con un golpe de sangre de mi nariz.
Dulce emperatriz,
decapitaste hasta a la cicatriz que unía mi recuerdo del dolor.
Represento la sal lagrimada, la viuda lengua,
las ganas de cama,
las llamas...
La mentira del motivo que me llevó a ti,
el motivo que movió mi memoria murió,
momia del mañana con la luz desaparece.
La resaca de las 6:23 de un reloj con parada cardiorrespitatoria...
quiso dormir tranquilo,
quiso besar la distancia desconocida con su tímida mirada.

Todos se fueron del bar,
y él con la copa a medias y los hielos exiliados.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

París y el Quijote

Aquella ciudad se debatía entre un viento cuasi confidente y una dulce amenaza de lluvia reponedora que nos oteaba a lo largo de las amargas calles parisinas, solamente adornadas por vagos cuerpos que desfilaban con algún motivo calle arriba, calle abajo. París es la ciudad de los pintores, del violín y de los pordioseros.
Catedrales creciendo a orillas del amor verde mientras el viento desvelaba un mensaje embotellado con sonidos guturales. Nunca entendí sus miradas, tan presentes y encerradas en un misterio que ni el lenguaje universal pudo descifrar.
Florecían mendigos grises y marrones en la ciudad del amor de etiqueta, esos tallos descuidados se exiliaron del bancal, decidieron probar suerte en la ciudad y formar parte de la tierra asfáltica, allí dejaron de crecer. A los transeúntes les parecían vinos picados, amargos, de ahí que en aquellas largas calles de baguette se notase la amargura. A mí me parecían, los mendigos, los reyes de la calle, reyes magnánimos que nunca decapitarían a alguien, que darían pan y vino al pueblo y que, bajo el inmenso paraguas de su mirada, cuidaría de sus súbditos.
Reyes destronados.
Salimos muy de madrugada hacia el aeropuerto. En mi bolsa había jamón de york, pan de molde, un salchichón malísimo que compramos en un supermercado francés y que hizo vomitar a Pepe a los pies de mi cama una rojiza noche quijotesca y varias latas de cerveza de medio litro. Los reyes dormían en medio de la calle entre bolsas o maletas de recuerdos olvidados, de coronas doradas y de aplausos. Allí les dejé la comida y la bebida rindiendo honor a los desheredados.