lunes, 27 de octubre de 2008

A medias

La lluvia se confundió con el sudor paso tras paso, las antenas de los paraguas sufrían interferencias y los coches se multiplicaron por esporas, el día abortó a la noche prematuramente y mi dirección, perdida, la apuntaban mis ojos perdidos, ellos siempre llegan antes a ti, directamente o jugando a dar rodeos. La lluvia caía suicida regando transeúntes miedosos jugándose la vida bajo tristes balcones y alféizares marrones, buscando escapar raudos del agua asesina, se les olvidó que ese agua copuló con la tierra un día y les dio la vida.
A penas caen unas gotas y las calles ya están desiertas, es tarde y la libertad vaga a lo largo de avenidas y yo, yo te observo.

martes, 21 de octubre de 2008

Te besé mientras dormías

Te besé mientras dormías, me levanté a tu lado y antes de ver la luz a través de una ventana que nos observó durante toda la noche vi tu cara boca arriba pidiéndome que la llenara de besos, no me lo pensé mucho y con el torpe sigilo que otorga el despertar de la inconsciencia entre legañas cedí mi cuello y la dulce gravedad situó mis labios sobre los tuyos.
Te besé mientras dormías sin querer devolverte a la vida, y lo hice dos veces para asegurarme que no era ningún cuento de esos que siempre se quedan estancados en el barro de la fábula, era tan real como los dos besos que te di mientras dormías.

sábado, 18 de octubre de 2008

Frío

Se oyen voces casi orgásmicas abajo en la calle Palominos, los americanos llevan en los genes la colonización de los colonizados y sus indescifrables palabras arrasan con la calma de una larga y estrecha calle sosegada en un segundo plano por las suaves y profundas notas de un piano fantasma.
En el bolsillo izquierdo el mechero y en el derecho el tabaco de liar, enciendo y kamikace me suicido un poco más mientras mato el tiempo observando un asfalto teñido de hojas verdes, chicles y papeles y un cielo blanco e impoluto como una mesa de operaciones.
La ciudad entera es una gran tarta llena de velas metálicas que están por estrenar y me pregunto por qué suena el viento si aún no están encendidas, ardo en ganas de presenciar su cumpleaños.
Balcones vírgenes, cristales sucios y abejas que saborean miel rancia en todas las habitaciones, es la hora de comer y los zombies famélicos danzan hacia sus casas para recibir el aguijonazo diario, el mismo chute que devuelve sus vidas a escala de grises, tienen suerte de no ser ciegos.

En el bolsillo izquierdo el mechero y en el derecho el tabaco de liar, segundo cigarrillo mientras veo la vida pasar sin mirar el color del semáforo.

Es erróneo

Es erróneo el pensar que una imagen vale más que mil palabras, y más cuando esa imagen es descrita con menos de mil palabras, es erróneo el pensar que existen las palabras siempre, nunca y absoluto. Deben de ser erróneos los puntos que separan, murallas gramaticales libres en una imagen que medita en estado de coma por una eternidad, pero tan solo una eternidad.
Debe de ser erróneo el edificio en ruinas que forma este texto y sus párrafos divididos en pisos, debe de ser erróneo su arquitecto sin licenciatura y escritura de molde rota, quebrado el lienzo espera demolición de este palacio que pretendía erigirse tan cerca de mar que se convirtió en una barriada donde los yonquis vienen diariamente a buscar su felicidad afilada y puntiaguda entre paredes oxidadas y puertas sin cerrojo. Así suelen ser los castillos construidos en el aire. Así es el lento tiempo en manos de la impaciencia, y lo raudo que se nos va cuando lo olvidamos, así son las palabras que prometen cuando son sólo una idea, caen veloces por su propio peso, pero a la hora, y nunca mejor dicho, de la verdad nos mordemos la angustia mientras perdemos la mirada sujetando nuestra frente con la palma de la mano libre de pincel o pluma.
Y las manchas son inevitables como tus lunares, como la estrella que forman si los uno, inevitable como el recuerdo pero más aún como el olvido, como la mentira de la muerte.
Todo es mentira, solamente nos lo creemos para hacerlo verdad.