viernes, 5 de junio de 2009

Jueves noche 3:22

Saca las palomitas, están crujientes.

Los pulmones rebosan menta y hierbabuena al son de un himno solemne, todos observan y cantan, tararean (qué bonita palabra) palabras que enlazan con sonrisas aterciopeladas, respiran cielo obsesionadas con un ritmo, es el istmo que nos unió en un compás que empujó sangre tan fuerte que la hizo escapar por debajo de nuestras uñas, pintando de rojo las notas musicales que disfrazaban la noche iluminada por un flexo con forma de aspirina.
El sexo encontró su homólogo delante de él, adversario de ajedrez, amor propio sin propina, profiláctico roto en un puzzle de tres mil piezas, y nos infectamos a base de amor.
Dardos y cerveza, cigarros de dos en dos, fantasía sin historia, noria cuadrada. Soy impar y las medias tintas solamente manchan lo banal, mánchame con tu deseo y mójate en mí, de azul o de negro, toca el extremo sin neutros. Aquí abajo el barro es de los puercos y si las llamas queman qué más da, existe un océano de sal y desiertos de agua, savia nueva y octogenaria con muchas batallas que contar, siempre que tus oídos quieran fornicar.

No hay comentarios: