martes, 31 de julio de 2007

Frigo pie

Con la calle casi a oscuras,
en casa muda,tus mudas colgadas,
cómo puedo estar encerrado en una habitación contigo tan helada...

Una de sexo

Te salen granos.
Te quedas ciego.
Se te vacía la columna vertebral.



A estas horas debería estar muerto.

__________________________________________________

-"Siempre que voy a la cama pienso en hacer el amor"
-"¿Y logras dormir? "
-"En cuanto me masturbo...a pierna suelta"

__________________________________________________

-"Qué tal con tu nueva novia?"
-"Bueno..., es vegetariana"
-"¿Y...? "
-"Que no come carne"
-"¿¿¿Y???......¡AH!.....Uff... "
-"Lo peor de todo es que no me puedo hacer pasar por alérgico al pescado y ponerla contra las cuerdas".

martes, 24 de julio de 2007

sin título

ON. Se abre un nuevo día, las ventanas dan a luz un ciclo transparente e inocuo sin ofrecer nada, un abdominal con ojos legañosos cuyo pensamiento aún sigue en calma despierta el ánimo.1,2,3...Se viste sin fin, seco entre sábanas húmedas de sudor que se estiran besando el suelo donde el polvo delata huellas de viajes de huesos metatarsianos, falangistas y calcáneos.CLICK!Un bostezo que se ve en el espejo contagia, el virus de la rutina en forma de pasta y cepillo encarcelados de por vida en un vaso casi sucio ya es parte del pasado.(De ahí la halitosis). "La Keli" (la que limpia) hace las veces de conserje en traje gris del Museo Británico, intentando barrer el polvo de la historia, si alguna momia levantara la cabeza...pero la momia ya se había levantado y estaba haciendo un strip-tease en el cuarto de baño finalizando su estancia en el retrete, así comienza una vida fósil de verano, una momia pálida con un fusil azul que se alquila fusila otro día empapando tras la ventana el cielo de sangre violeta.
Son casi las nueve de la noche.
Good night, ladies, good night, sweet ladies, good night, good night.

lunes, 23 de julio de 2007

Verde vida

¡Qué verde es la vida aquí!
Todo un tropel de brazos que emergen de la tierra codifican las miradas que penetran en el huerto. Cadenas humanas desfilan hacia el fondo amarillo amurallado donde el sol impone sus últimos y verticales suspiros ante la perenne presencia de los que hace un rato han dejado de respirar oxígeno y les observan dormitando tendidas en la sombra.
Es inmensamente verde, pisadas verdes, silbidos verdes que viajan en viento verde, el reflejo de la mirada que responde verde como el parpadeo de los ojos y las uñas que mueren fruto de la verde impaciencia.
Turistas parece que viajan inmóviles en una cinta gris transportadora entre el laberinto que guarda plantas de todo tipo en su interior, como si cada una de ellas fuese un órgano vital para el resto, pero ni una mirada aterriza, la curiosidad de veinte segundos pasa por un pozo y se posa siempre en el cada vez menos amarillo muro.
Miradas, que van más allá surcando el cielo en busca de lo que no se puede encontrar, pasan con indiferencia su tacto por las piedras violetas ya, condenadas al dolor de un tatuaje cada día, el mismo tatuaje que desaparece todas las noches.
Son pocos los yonkis que vienen por aquí, la droga que administran las inyecciones de las espinas de las rosas no les coloca, aunque harían un precioso y preciso retrato mimetizándose con los árboles, largos y encorvados, marrones y grises, son iguales que los árboles.
También son pocas las parejas que aburridas tratan de dar color a su amor viniendo aquí, es irónico lo que este huerto representa, como es irónico que un romántico se tropiece con el amor aquí. Todos fuera de lugar, entrelazados por un laberinto verde desperdigados y perdidos en esta selva azul donde el final del techo se confunde armónicamente con el comienzo de la pared, invisibles. Ni una peca en el cielo.
Vinieron los niños con la banda sonora pidiendo la blanca ayuda materna entre un "ea, ea..." y clicks fotográficos titulados "mira a papá", "mira al muñeco" y "¡nena, nena!".
Me despertaron y me despedí con el frío en el costado del inmóvil que escribe.
¡Hasta la próxima!

domingo, 22 de julio de 2007

Pensando en ti

Su piel alberga el invierno en el infierno, un paisaje estéril y lleno de surcos que sesean hasta sus ojos, donde nadan las estrías sembrando gota a gota la sequía.
Riégame con besos tiernos que tiemble el aire y exploten las entrañas, esas que tanto arañas extraña cada vez que rompes a golpes y llamas tan muda, desnuda me anudas, me anulas mientras buscas en el pozo de mi boca esponjas donde nazca algo de agua que te cubra.
No hay obra ni pincel que elabore un imperio a base las tiras de tu piel, no existen prisma ni ojos que descubran otra estrella dibujada en este techo atacado por escasas balas blancas, ni siquiera la mirada llega al desfiladero del dedo que señala la ventana, unos ojos que te llaman, una boca que se calla.

sábado, 14 de julio de 2007

Locura

Qué bien sienta a la gente estar loca, estar loco mola y está de moda, estar loco sienta bien a las personas. Mucha gente esboza una gran sonrisa y dice que está loco/a, señores, el loco nunca ha aceptado su estado mientras se encontraba sumido en la gran desgracia de ser un daltónico ciego.
Estar loco está de moda, vosotros, sonrientes amantes de la vida, extras de películas mudas en blanco y negro de serie b que se venden sin carátula en el rastro, reyes, y sobre todo reinas, de la pista de baile donde jabalíes en celo se disputan alimentar un ego podrido que será fantasía de poluciones nocturnas con semen de segunda mano, diosas de ébano con termitas que devoran órganos que no sirven para nada, chulas de putos con una boca tan grande que se tragarían el mundo y luego dirían "no era para tanto", divas que rompen el espejo espejito mágico porque le ha dicho que no son especiales y que son una más, eso no lo aguantan, yonkis de pasarela que se alimentan de alagos cargados de calorías, vírgenes con cataratas de sangre entre sus piernas adoran gigantescos dildos mientras se consuelan mascando chicle haciendo muecas de auténticas feladoras, que no os confundan, esas no saben hacer ni una pompa ni la o con un canuto, las locas son los verdaderos maniquíes de nuestro siglo moderno, eternamente modernas y seguidoras de la música "transelectrotechnochundamachine" y del arte que nunca han visto. Son tan diferentes que se contradicen, son las únicas que llevan unas converse, las únicas que llevan esas falditas...las únicas que llevan esas gafas de los noventa verdes y de patillas de metal doradas, las únicas que son únicas, un saco de huesos perfectamente esculpido.
Me encanta ver tantos clones de un engaño escondido tras una variante más llamada "underground". El demente lo corrobora con hechos inconscientemente, y vuestras palabras huelen a channel séptico. El loco nace, no se hace así que la próxima vez que digáis que estáis locas miraros al espejo y que sea él quien os diga lo que realmente sois, una auténtica farsa vestida con ropa que encaja perfectamente en vuestro mundo, la falacia.

Experiencias

(Entrando en un bar)
Padre: "Aquí huele a porro".
Hijo : Queriéndose hacer el listo-"¿ Y Tú cómo sabes cómo huele un porro ?
Padre: "Así huele siempre que llegas a casa."


Tocado y hundido.

jueves, 12 de julio de 2007

Calor

Cuando el sol todavía hace daño en la nuca, vuelta a casa le damos la espalda, el día se resiste a que llegue su media naranja blanca eterna que no agarra por la cintura desde el último eclipse.
Me ronda la angustia que atornilla los segundos antes de un desmayo consciente y encontrar que finalmente no hay caída, eso es lo que más angustia da, cuando no sabes cuándo vas a caer, el beso envenenado del sol que no puede querer, sólo abrasar y arrasar a cada centímetro que se acerca, y la luna que abraza y embelesa a ícaro, que ya no se fía del color amarillo del verano y sus ojos están cerrados por una verdad que quema, y sale de su casa arropado por el pelo negro y la fragancia de menta que flota suave en los bares, tan sólo es lejía pero dejaré caerme por allí cada vez que sepa que estás y cuando pase por detrás te agarraré la cintura por unos instantes que derretirán mis huellas a cambio de un eclipse.

sábado, 7 de julio de 2007

Serpiente descafeinada

Me quería tanto que no le importaba que le apuntara a la cabeza con una pistola cargada con una sola bala mientras hacíamos el amor, ya no hay miedo detrás de esos ojos. Los movimientos tiemblan y la fiebre empieza a subir como una enredadera de alambre de espino que muerde el tejido cerebral, toda una fiesta encerrados en una cafetera a punto de consumar la unión de café y agua, la boca quiere escapar del cuerpo e imita los movimientos del rodillo de una Olivetti con pausas para bostezar y retomar nuevamente el baile del hula-hop bocal, cadera rota de tanto jugar a volar. Me sonríe y caigo desmayado, abre mis ojos mientras me mira, coge un rallador de debajo de la cama y comienza a frotarlo dulcemente contra mis ojos. Todo cae cuidadosamente en el suelo polvoriento, ella repta y esnifa el amasijo de mis ojos rotos mientras hacemos un collage de carne rota en una habitación rota donde siempre huele a café recién hecho.