lunes, 29 de septiembre de 2014

Volver

Vuelve el café solo, el otoño se ha adelantado y la luz cada vez pierde más vida. Es la traslación hacia la oscuridad, fiel compañera que ahora entra sin llamar y va comiendo centímetros a la habitación, como una enfermedad que llega poco a poco, baldosa a baldosa.

Vuelve el humo de boquilla amarilla, vuelve a deshoras. Vuelve la música de hipotensión, los desmayos, el bolígrafo, la pluma y las teclas. La taza nunca está vacía y los troncos talados llenos de alquitrán. Dientes y pulmones son noche.

No quiero encender la resistencia de esta luz de mentira, no habrá fiesta de cumpleaños ni velas que me digan dónde está mi taza ni mi cenicero. Quiero palpar los filamentos de tus músculos a ciegas (verdadera luz) mientras duermes y quizá sueñas. ¿Tú también vuelas?

Vuelven las serpientes a joder la fiesta del papel en blanco, cinco por mano que multiplico en un accidente sobre tu piel, chocando una y otra vez contra tus caderas, costillas, cuello y cabello hasta fundirnos en una masa extraña de huesos, sudor y entrañas, como tus platos de spaghetti, aplastado en tu máquina de besar.

Vuelve la oscuridad día tras día en un solo adiós. Vuelve el exilio voluntario, el hambre, el parásito fantasma y los ojos vidriosos, inexpresivos que todavía iluminan una habitación cada vez más...


Y el café frío.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Hello, I love you Won't you tell me your name?

Coge tus maletas, nos vamos a Hollywood. The doors toca esta noche. Compraremos botellas y cigarrillos, bailaremos borrachos. Llévame al lugar en el que te vi y te dejé de ver. 13 horas de avión, un hostal de luces rotas, ruido de ratas en el patio trasero y sábanas roídas.

When the music's over...

Siempre nos dio igual el lugar, vulgar o aquel de H. Boulevard. En casi todas las calles hay un bar en el que nos podamos cobijar.
Coge tus maletas, pantalones, camisetas, pero deja espacio para los recuerdos a la vuelta. Es lo único que sobrevivirá después de todo.

This is the end...

Necesito tu recuerdo, el que todavía no tengo.
Las cartas se prenden, los regalos también. La ropa dura según habilidad, el carmín se diluye en los labios, las heridas cicatrizan pero el recuerdo es una lápida que todavía no tiene nombre.

Mientras tanto, los desheredados de la gran ciudad se apoyan en la entrada del metro de Chueca, comienzan a beber y fumar a las 10 de la mañana, incluso antes. Hablan de viajes a Hollywood, de Jim Morrison, de bragas en maletas y cartones de vino divididos.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Es absurdo

La ceniza, la música, la distancia del chicle y tu lengua haciendo cabriolas. Gris, alta, camino (de) rosa(s) y mis labios.
He visto que ya no escribes, que te escondes en las nubes de tu urbe. Que te urge no volver a mirar atrás, que has tomado pastillas de Alzheimer. 
Goddamn right it's a beautiful day
Rocamadour se ha muerto y nos importa una mierda.
Ya nadie admite heridas abiertas, las escondemos con sonrisas pegadas, vasos siempre llenos, líneas de letras que no son más que lápidas que un día reventarán para dar paso a esos brotes verdes podridos que se abren paso buscando oxígeno desde bien abajo, siempre, a través del duro asfalto, de las mismas sonrisas que empeño en pegar sobre, de los mismos vasos que siempre seco, de las mismas líneas que siempre dejo.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Last letter

Has vuelto con el verano en todas esas cara de piconera, has vuelto con el sudor, ahora de asfalto y no de sábanas, con el recuerdo de las nubes, en las nubes. Con abrazos de aviones sin alas que planean un futuro a ras de suelo con suficiente queroseno para no llegarte.

Has vuelto sin volver, estás aquí dentro pero no aquí fuera, a mi vera. Has vuelto sin querer, como vuelve lo que todavía vale, sin saber que he vuelto a dibujarte en mi memoria.

Sin siquiera saberlo.