viernes, 2 de octubre de 2009

Yo querer

Querer, el verbo más importante, indica la dirección de la acción, el deseo que se masca desde la esquina del bar más sucio, siempre en corro los pensamientos fluyen como la inercia negativa de la marea lunar. Querer cambiar el mundo desde un taburete o apoyado en la barra.
Querer besar por besar, beber por beber y sentir sangre sedienta con una falda verde y camiseta negra es la mujer de menta que te agarra demente y atrae tu libido hasta la arena sin sirena, rojos los labios y uñas, con venas señalan nuevas carreteras en tu cuello a las 5 de la mañana, perdidos en el fin de semana.
Querer sin poder hasta querer. Hasta que ella te mienta y tú, ciego, leas el braille nocivo que te lleve a su gran boca ebria y salivéis sobre el papel de la noche, del cigarro que te lías mientras la miras y despliegues tu lengua diciendo que no, cuando quieres más que nunca.
Besar por besar.

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