sábado, 29 de diciembre de 2012

Nos vamos

Llegué tarde. Me moría en su boca. Dos labios en un cuerpo que se mecía con la madrugada. Me tumbaron. Un disparo. Suspendí. Se acabó. C'est fini. 
Me robaron la piruleta, el dinero de la merienda, mis intenciones. Fallé el penalti. 
No era el tipo que tenía que ser y que quise ser por esa noche.


jueves, 27 de diciembre de 2012

El dinero

Aquí me tienes, debajo de un puente viendo llover gasolina a un cielo agrietado de cemento y alquitrán. Otro súper héroe más que ha empeñado su capa por una manta sucia y una botella de vino boxeador. 
Cada mañana
lágrimas en 
para
caí
da
s
, 
las más puras, 
se congelan antes de tocar tierra.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Sweet air

La volatilidad del alma nunca estuvo más cerca. El olor a pólvora en el dedo acusador señalaba la liberación de la sustancia invisible. Todo voló por los aires tras el estruendo.
Hoy ya no queda nada.
No hay coches, ni aceras, ni suelo que me mantenga. No hay ropa, no hay gente. Solamente maniquíes desperdigados sin tiendas, están agachados en esquinas con la palma de sus punzantes manos boca arriba. No dicen nada, se dedican a mendigar silenciosamente. Yo noto sus miradas, gélidas agujas en mi cuello. 
Tampoco digo nada. ¿Para qué?


Ya estoy muerto.

martes, 18 de diciembre de 2012

Gris Marte

Abandonó sus ganas de amar, incluso a sí misma. Dejó las maletas en el armario, las postales en la última estantería, atrás del todo. No le importaba que sus uñas ennegrecieran ni que sus dedos amarillearan. Volvió a fumar. Con un golpe de agua limpiaba los cubiertos. 
Ahora sólo ve dos cepillos de dientes en aquel vaso que descansa delante del espejo. Antes había cuatro. 
Su ropa tan arrugada como el propio tiempo. Su gel de baño colgado de los pies con sangre en la cabeza y el cristal de la ducha, cuando el vapor se manifiesta, entrevé mensajes que otros pulgares dejaron hace tiempo.
Ahora se encoje encerrada entre una manta y el sofá, aprieta fuerte su cara contra la esquina acolchada y lanza un grito capado que no llega más lejos que el aire de una niña que sopla su tarta de cumpleaños.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Botella sin mensaje

Atrapados en una botella no tuvimos más remedio que compartir el aire. El licor nos llegaba a los tobillos y el cielo se cerraba hasta una pequeña nube de corcho. Nuestros pechos trotaban enfrentados y la punta de cada nariz, fría como el acero de un sable, tentaba a ciegas un duelo de tímidos cartílagos. No podíamos mirar más allá, porque no había más distancia que los escasos centímetros que dividían la curiosidad de unos ojos mudos y paralelos. No vestía perfume pero su sencillo aroma corporal superaba los pocos grados del charco y me transportaba a viejos recuerdos, que siempre son viejos. Viajé y la perdí de vista. 


Ojalá fuera tan fácil como abrir los ojos para volverla a ver.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Empty room

Con el punto de mira tuerto, el cigarro sin fuego amigo, la media sin pierna, el tacón roto, la aspirina sin cabeza, la boca cosida y la copa vacía. 
Sin balas en la cama, sin alma entre tus costillas, París sin de Gaulle, tus muslos sin carreras y mis uñas sin sangre.


miércoles, 12 de diciembre de 2012

Dreaming

Sentados desnudos en el alféizar con nuestros dedos de los pies en la cara de Sir Isaac, y tan sólo el sol nos saludaba.

martes, 11 de diciembre de 2012

Frío

La ciudad descansa, abre sus alveolos y los cierra. La gente pasa  apresurada, el tiempo apremia a sus pálidas presas con prisa. Mis queridas cafeterías siempre llenas, de conversaciones las bocas manchadas de negro café caliente. Tantas mesas confidentes, lavadoras que dejan conciencias relucientes. Hoy se respira paz en las calles. Se pueden oír en algún cruce disparos al aire que huelen a claxon, nadie resulta herido y todo se termina solucionando con unos insultos a distancia con las ventanas subidas. Siempre he pensado que la capa de polvo gris en el interior de algunos coches se debe a insultos que el conductor no ha dejado escapar y han muerto dentro.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Iggy Pop

I am the passenger...
Cantaba mientras la esencia concentrada de felicidad regaba mis venas, como un río rebelde que se desboca. 
La felicidad que usted padece es terminal. Me dijo el doctor.
No puedo imaginar una vida sin una lágrima, sin dolor, sin el recuerdo de esa chica que me encoje el estómago, sin sangre en las encías ni huesos rotos... Sin frío.
And I ride and I ride...
Solamente me queda resguardarme en una fe ficticia en la que nunca creí y esperar que un milagro me parta la vida en dos.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Otro día menos

Un cadáver dividido científicamente por el golpe de un coche a 120 kilómetros por hora adornaba la estampa de alquitrán, otro día más. El cielo seguía impertérrito, cimentado poderosamente con el color del pasotismo. Ella se licenció en la escuela de magia (no de brujería), y podía cambiar el color de dios con un sencillo gesto.
Se puso las gafas de sol y dejó que la música silenciase el ruido del motor.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Ducha dentro de tu boca

El vaho de su boca empañaba los cristales, nunca me sentí tan pirómano debajo del agua que de ella manaba. Sin toalla ni reflejo, descalzo me deslizaba por su lengua resbaladiza buscando alcanzar la dulce yugular perfumada.
Las bragas en el pomo de la puerta entreabierta, sus piernas. Dos hálitos de diferente pasta que se buscaban.
Un muerdo en el cuello y un nudo sin hueso.

martes, 27 de noviembre de 2012

Nostalgia

Nunca quise abandonar aquel espacio rojo y negro, donde el humo y los vasos acompañaban cualquier día, no importaba cuál. No importaba dónde. 
Solamente importaba quién.
Ahora veo todas esas habitaciones que pintamos lejos, muy lejos, un poco lejos, borrosas. Dejamos la toxicidad suicida a un lado para respirar aire puro, las zapatillas manchadas de barro por los zapatos impolutos de domingo, el carmín de fin de semana por los besos sin importancia. La banda sonora de dientes rechinando por silbidos de una felicidad pasajera que siempre para en la misma estación. 
Nunca quise abandonar aquella suciedad ensangrentada, el líquido amniótico desde el que observaba todo y a todos.
Nunca quise irme, y aún sigo preguntándome por qué lo hice.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Cuando el cielo se apaga

Reventando en el cielo fuegos estelares, caía  el suave telón de una tarde color melocotón que supo a poco. Siempre saben a poco esas tardes preciosas color melocotón cuando se ven tras las ventanas de una cárcel de papel. 
Es una pena que los días se oxiden tan rápidamente.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Enfermo

Como un disparo en la sien. Así entraste en mi memoria. Y aquí te has quedado, tumbada en mi sofá, fumándote mis cigarros y bebiéndote mi whisky. Con un bote lleno de tinta y cartas por escribir. Con los dedos ocupados escondidos en esquinas que matan la rutina una tarde gris de tantas. Como la de hoy. 
Como el agujero de un disparo te has quedado. Como un recuerdo terminal. Hasta el final de ambos.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Conjunción de astros

Si tú eres viento, yo bolsa de basura.
Si basura eres, yo la rata famélica.
Tú armónica y yo la armonía, la cuerda de tender tú y yo la nota.
Tú la carne, yo los puntos de sutura, tú el siguiente párrafo y yo los suspensivos.
Si eres gato yo rueda pinchada, nadie como tú para levantar el ánimo.
Si tú eres alma, yo te refuto y te convierto en teoría. Real.
Tú ceguera y yo braille. Tú la boca en el micro y yo el baile.
Si eres guerra, yo soldado. Tú gatillo y yo la vertical metálica.
Tú prueba y yo tubo de ensayo. Tú el virus y yo la cama de petri.
Tú eres tú y yo soy yo, siempre los dos más tontos.
Tú los continentes que se abrazan, yo su pegamento de sal.
Si tú eres arco, yo soy cuerda. Sin espacio para flechas.
Si eres recuerdo yo el que se acuerda.

Y si no eres...



martes, 30 de octubre de 2012

Rabia encerrada

Ahorcaba gatos y se sentaba a esperar a que volvieran a la vida. Abría un paquete de tabaco y pacientemente fumaba. Exhalaba humo mezclado con vaho que ascendía como una caricia que sólo una mujer que sabe, sabe dar. Tocaba el cuerpo y permanecía unos segundos, como reconociendo qué era ese objeto con el que se había topado. El viento convirtió a aquel cadáver en un largo y lento péndulo que oscilaba como una canción de cuna, sin llanto ni queja, sin frío ni lágrimas. 
Pero no se movía.
Quizá alguien como él ya había ahorcado a ese gato seis veces antes.

miércoles, 24 de octubre de 2012

One way

Aprendí a leer una fotografía, a fotografiar un libro, a ver en tus ojos un pozo sin fondo, sin petróleo, con señales de tráfico destino a tu alma sin kilometraje. 
Sólo puedo caminar hacia y pensar que todavía me queda camino por recorrer. 
Y no quiero cansarme.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Lo siento

Se me olvidó contar cuentos, ahora los niños y las niñas se van a la cama con los ojos más abiertos que nunca, con sed y ganas de ir al baño. Allí, en el trayecto de sus cuartos a la cocina o al cuarto de baño esperan poder encontrarse con cristales de carmín rotos, colillas amarillas encendidas todavía, restos de amor con forma de látex. Esperan encontrarme sentado en una esquina apurando mi última línea, quieren el fin de un cuento que no han escuchado. 
Mañana querrán otro.
Y mi hígado no puede más. Los domingos quieren que vaya a misa de 12 para repetir de la copa dorada, me invitan a cañas empezada la semana. Las niñas y los niños no quieren arrobas cuando les nombro, quieren ser individuales y protagonistas, quieren ver a sus amigos bajos luces de neón y quieren sexo, miradas y labios que se estiran entre perlas de piano.
Quieren ir a la cama y dormir al instante, extasiados después de correrse. Quieren olvidar la mentira y probar esa versión beta del Soma que están repartiendo en ese Nuevo Mundo Valiente.
Lo quieren tanto como yo, pero creo que ya no puedo dárselo.

domingo, 26 de agosto de 2012

Borracho

Volvimos a ver estrellas caer, aquella niña sostenía en su cometa la osa mayor. 
Y nosotros impasibles. 
Fue más fácil besar tus labios que leerlos.
Estambul está(s) tan lejos.
Me arrastró la obsesión de lo desconocido, de ahí mis siete vidas. 
Me muerdo de miedo los dientes. Impa-ciencia.
Tengo prisa por llegar tarde, la noche nos arde en las manos. Se nos va como la arena de tus dedos. Acabará siendo el resultado de la nada parida del pensamiento de un tarado.
lla
me
la
vi
da.

Sóloquieropasarlobien...




lunes, 20 de agosto de 2012

Poligamia musical

Mágico como el jazz improvisado en negro y blanco.
Con la pausa de la experiencia y la impetuosa velocidad del aprendiz.
Ojalá tuviera tantos dedos sobre ti como el pianista, no hay nadie mejor a la hora de abrir cajas fuertes.
Cinco largas cuerdas bombean silenciosas hacia el centro de la tierra. Apaga los ojos y enciende la noche. Voy a mantener el tiempo en suspensión recorriendo el bajo de tus piernas.
Se me olvidó respirar mientras me hablabas.
La trompeta de Miles arqueaba tu columna. Cayeron estrellas que ahora pintan nuestro cuerpo en forma de lunares, otro lunes fuera de los bares.
La cena cadáver y la timidez de nuestros cuerpos defenestrada por el saxo. Dejamos que el egoísmo famélico devorase nuestros restos y nos dedicamos una canción a compartir el aire.

Cerca, muy cerca.

Casi sin tocarnos.

A veces no hace falta hablar ni componer la letra de una canción.


A veces la canción eres tú.

sábado, 11 de agosto de 2012

Fue en Agosto

Hoy la ciudad se muestra inalcanzable, tan grande y vacía como los pulmones que despiden a un orgasmo. Así debe de ser un concierto dentro de un ataúd. Las palomas transmiten violentamente su adn sobre tejas desconchadas y las sirenas mutiladas gritan la misma cantinela a ras de asfalto. 
Parece que una espiral femenina juega dentro de las cortinas, algo me dice, pero sólo llego a sentir su aliento estival. 
Silencio en pie de guerra que no puedo romper, incluso el eco ha hecho las maletas. Las puertas abiertas esperan, gimen a punto de romperse. Llegaré tarde y tú no vendrás.
Escribiré tu nombre en tiza en la pared... volveré a las aulas donde dejé mi inocencia y esperaré a que tú pintes un corazón en la pizarra que tanto esquivé. Será la única clase en la que estaré atento.


Ya veremos

Allí y aquí, norte y sur, ojos verdes, azules, marrones, ojos de mentira que te miran, que te miman. Que se pegan cual imán y aman sin querer. Es como la necia inercia, cae casi sin energía, sin motivos, como ese beso que resbala entre una sonrisa kilométrica, distante y fría que llega casi rota a su destino. 
Aquí y allí, mentiras paralelas con dos a dos velas. 

jueves, 19 de julio de 2012

Russian Red, the sun the trees

No sabes de qué manera me robas la respiración cuando cantas, cierro mis pulmones para oírte mejor y me mantengo en suspensión entre tus letras.






Y me pregunto si haces reír a la gente, porque eres divertido...

domingo, 8 de julio de 2012

L

Se fue y me dejó cenizas de su último cigarrillo, un vaso de agua bebido a medias y una sensación extraña. 
Y la casa en silencio.
Yo volví a fumar, waldfrüchte tee engatillado recordando un pasado de dos verdes y rubio largo como la distancia.
Ahora tengo miedo a esa última habitación cerrada, a la falta de luz, de oxígeno, a que el sueño no llegue. 
Agua salada sobre los recuerdos, aquí dentro está lloviendo.
Ya compartimos cenizas, el humo acompaña y esconde entre la niebla la falta de, pero no la oscuridad, cada vez más presente.

Me alegra habernos vuelto a ver. 

lunes, 2 de julio de 2012

Eduardo, me llamo Eduardo

Hola Eduardo. Soy yo, es decir, tú. 
A día de hoy, 2 de Julio de 2012, tienes 50 años, vives en la calle El Recuerdo, número 8, piso 4ºB. Llevas viviendo allí 23 años. La cerradura del portal gira un poco mal, tienes que sacar un poco la llave y luego girar. Cuando entres toma el pasillo de la izquierda, ahí esta tu ascensor.
Nuestra mujer se llama Rosa, es preciosa. Te enamoraste de ella en la universidad, que por cierto, no pisabas mucho. Teníais amigos en común y un día os presentaron. Os conocisteis de la manera más común, aunque os amáis como nadie. Rosa es de estatura media, tiene los ojos color marrón, aunque ella prefiere decir que es color miel. ¿Quieres un consejo? Hazle siempre caso. A Rosa le gusta dar paseos, ver películas y pasar el tiempo contigo. Rosa tiene muchos libros pero nunca viene mal hacerle un regalo. Sabe cocinar muy bien, así que tú, que eres un poco manazas, intenta fregarlo todo después de las comidas. Duermes en el lado izquierdo de la cama, sueles hablar por las noches. No te preocupes, a ella le gusta que hables, se ríe mucho de ti por eso. Tenéis dos hijos, Susana y Alejandro. Susana me ha dicho que quiere ser médico, espero que cuando leas esta carta se confirmen sus ilusiones. Le apasiona su carrera, es tan guapa como su madre. Juntos veis el fútbol en la tele. No se te olvide comprar pipas, a Susana le encantan. Alejandro es también muy futbolero, está estudiando trabajo social y su idea es irse a África con alguna ONG (Organización No Gubernamental), es una especie de grupo numeroso que se encarga de ayudar a los más desfavorecidos. Alejandro tiene un gran corazón, también novia y teme tener que dejarla si al final se va a África.


La carta que estás leyendo está en el armario marrón, en el segundo cajón, el nombre que está escrito en mayúsculas es el tuyo, EDUARDO. Tienes que leerla todos los días, no te olvides. 

Hoy el doctor nos ha detectado Alzheimer.

Te quiero tío.




miércoles, 27 de junio de 2012

Radiografía de un abrazo

Le quise dar un abrazo de esos que funden las costillas y quedan enredadas. Un abrazo en el que troten los corazones. Quise hundir mis yemas en su columna vertebral y esnifar la esencia de su cuello directamente a mi cerebro, como un disparo visceral, sin opción a suspiro.

Le quise dar un abrazo de esos que apagan las luces y el tiempo. La quise para mí en ese momento, un abrazo bañado en formol. 



Le quise dar todo en un abrazo que no se dio.

lunes, 25 de junio de 2012

Mi mamá me mima

A lo largo de la vida uno no deja de aprender, nunca. Aunque no quiera, aprenderá que ésto es un proceso constante hasta que nos apagamos. Mientras tanto...
Aprendemos que el amor son todas las palabras menos amor, que el corazón lo rigen una serie de impulsos eléctricos, que nunca terminan de cicatrizar del todo nuestras heridas, que la guerra no descansa. Aprendemos que recordar es vital para avanzar y también aprendemos a olvidar. Aprendemos que, lamentablemente, la inocencia no volverá, y que la experiencia nos viste de arrugas. Y también las sonrisas.
Aprendemos a no volver a hacer el daño que un día hicimos y a querer tanto como para que nos hagan daño otra vez. Aprendemos que el 14 de Febrero es el día que se quieren los que no se quieren el resto de año. Que una semana no son siete días cuando una cama está desierta, y que no existe distancia en un colchón para dos.
Aprendemos a transformar un corazón de león en diente, y nos confundimos con el aire. Aprendemos a aprender, engordamos una ilusión que al final es bulímica, sobre todo los que tenemos años y hemos reventado la pompa de la felicidad tantas veces. 
Aprendemos lo difícil que es joder a la monotonía y que el dinero sí es importante. Aprendemos a comer delante de una televisión con cadáveres, violencia de género y sangre sin interrumpir nuestro apetito. Aprendemos a tragar con todo (más nos vale).

Yo sólo quiero que me quieras...


sábado, 16 de junio de 2012

Dime cómo lo haces tan fácil, me miras y te conviertes en el imán de mis pupilas, me debilitas y fundes las luces con tan sólo soplar. 
Dime de dónde vienes, quién te trajo a esta orilla donde los náufragos suplican volver de rodillas y yo me quedé, supongo que a esperarte. 
Y aquí sigo, haciendo esbozos de un recuerdo que si no lo regamos se marchitará como una noche más. Como la noche de ayer.

viernes, 8 de junio de 2012

Pinzas de colores

Y la cuerda de la ropa repleta de notas musicales, las botellas vacías y mis ojos volcados en un ayer arrugado. La parte oeste de la ciudad escucha a la ducha cantar, hoy hay luz incluso dentro de los cuerpos.
Busco refugio bajo la sombra de tu sonrisa siempre en tensión, como el arco a punto de reventar el aire en mil pétalos. A veces sueño con esas explosiones de colores que nos vuelven tan locos y sordos. Nunca dejamos de reír ni de rajarnos las pestañas para no perdernos de vista. Ahora sólo quedan cicatrices y puntos mal cerrados. 
Nunca dejamos que eso nos importase, ¿verdad?

miércoles, 6 de junio de 2012

Someone like me

Las personas necesitan gente como yo, secundarios de películas de serie b que a nadie le importe que mueran, que deambulen por charcos de la misma manera que por asfalto, sin importarles, sin importancia. Que asistan a la exposición de pintura de un amigo y beban whisky en vez de vino sin detenerse lo más mínimo en los cuadros ahorcados en la pared.

Que se fijen siempre en esa mujer que camina con carmín derrapado sin fin en boca y muñeca izquierda.

Que tengan modales absurdos y una ligera anarquía dental.
La sociedad necesita un ególadra, el ser humano (o al menos ustedes, con mayor categoría que cualquier ser humano que no me lee) necesita escuchar los ladridos de un egoísta que dé forma a su incandescente cólera visceral, o a la nostalgia que lanza en parábola umbilical sobre el horizonte. 
El mundo necesita a alguien que no exista, como un violinista que tiende en el aire corcheas y fusas recién sacadas de la lavadora, pegado a la pared de cualquier calle de cualquier ciudad en la que vivís. Alguien que no exista como la persona sentada a vuestro lado en el metro (pero no la de enfrente), como el taxista que te lleva de noche o el mendigo al que todo el mundo le esquiva la mirada, nadie sabe ni sabrá nunca el color de sus ojos, tantos años observando el desdén que se han empapado de él.





martes, 5 de junio de 2012

No sé no sé...

No sé contar cuentos, no me gusta leer.
Prefiero ver la historia de la palma de tu mano.
No sé contar historias pero miento.
Lloro sin alma, río sin motivo, 
pierdo las ganas aunque todavía sigo vivo.
Cuento los días, horas y minutos que me quedan,
y al hacerlo resto y pierdo.
Cuento los latidos de un caballo perdido de madrugada,
hasta que me quedo dormido.
No sé pensar y tejo bufandas en verano para dos cabezas y calcetines impares de cuatro dedos.
No sé beber y pasa lo que pasa.
No sé doblar la ropa, tengo un espantapájaros mutilado en sillas y mesas que no paga su parte del alquiler.
No sé gastar y gasto el tiempo, el dinero y las intenciones de amar.
No sé si no sé nada.
No sé qué son los deseos y mendigo sueños.
No sé empezar ni terminar, 
no sé... 




viernes, 1 de junio de 2012

Carmen quería

Ella buscaba el amor, pero lo que no sabía es que el amor nunca se pierde. Quería un corazón grande, enorme, pero cuando un corazón de esas dimensiones se encuentra vacío, se acumula más polvo y cuesta más limpiarlo. Quería vivir en un cuento de hadas, pero no quería dejar de existir cada vez que se cerraran las tapas, caer en el olvido de un armario que nunca más se abrirá. Quería siempre felicidad y se olvidó de las caries. 
Quería vestidos y girar con los brazos abiertos para dilatar su inmensa falda, quería abrazos, lazos, papel de regalo, helados de fresa, velas y besos de esos que se dan entre dos, tacones de aguja que remienden el desconsuelo, quería.
Pero hay abrazos tullidos, nudos irreparables, regalos que decepcionan, cucuruchos que aterrizan en el suelo, años que ocultamos y besos de judas. 

jueves, 31 de mayo de 2012

Otro día

La mañana comenzó a caer en picado desde el momento en el que sonó el teléfono. Respondió con la voz virgen, grave y entrecortada. Respiró profundo. Después suspiro denso y fuerte. Miró a oscuras al techo ciego. Apenas entraban rayos en la habitación. 
Su cuerpo emanaba la ponzoña etílica consumida la noche anterior y su cuerpo era un puzzle al que le faltaba más de una pieza. Trató de erguirse pero fue imposible, así que decidió girar horizontalmente sobre su eje vertebral y dejar que hablase la gravedad. Así llegó a la ventana, dispuesto a tirar de la correa de la persiana como si de un monaguillo sin fe se tratase. Escasos centímetros fueron suficientes para encender en su cara unas cuantas pecas que pegaron aún más sus ojos dilatados como puntos sorprendidos. Su cuerpo era un amasijo de huesos desordenados, nada que ver con una cama casi perfecta, resultado de un sueño profundo provocado por el lanzamiento de codos hacia las estrellas.

Otro día más, otro día menos.

miércoles, 30 de mayo de 2012

To catch a thief

Como un funambulista cuando el circo ha cerrado sus cortinas de colores, ese gato acaricia el tejado con sus patitas de bizcocho y observa sentado sobre el barro verde bañado por el Sena.
Amantes con forma de isla perdida se cosen a besos acostados en una esquina, tan sólo sus ojos felinos y unos cuantos charcos son testigos de la brecha que separa a los humanos de los amantes un día de diario. 
Las casas parpadean hasta morir, cortinas y cristales opacos no hacen caso, comienza a oler a tierra mojada y pies descalzos mientras el gato se gira tranquilamente y bosteza con la parsimonia  de un violinista. 





A veces me pregunto quién era el que estaba más solo de los dos.

lunes, 28 de mayo de 2012

Anatomía

Sus ojos no eran el espejo de su alma sino un pozo vacío donde me tiraba siempre de cabeza. Su nariz el trampolín que nos impulsaba hacia la falta de oxígeno. Su boca rojiza arrojaba un río deshuesado entre marfil haciendo guardia. Sus hombros la percha perfecta, cansados cedían suavemente a la gravedad y dibujaban una figura aún más lineal, podías confundirla con una corchea. Su cintura el origen de sus piernas, y sus piernas el origen de los pasos que mi mirada seguía.

Hasta que la perdí.

lunes, 21 de mayo de 2012

Why won't you let me go?

Me gustaría tanto decir que me apasiona el cine francés, los cuadros hiper realistas y la literatura costumbrista del siglo XVII inglesa. Me gustaría decirte que los castillos en el aire son inocuos, que no hay terremotos que los colapsen. Que no hay cadáveres debajo de los escombros. Me gustaría tanto decírtelo.
Me gustaría creer que cuando un sueño se hace realidad no deja de ser un sueño, que son mejores que la verdad que aguarda tras esta puerta cerrada. 
Pero nunca llega a llamar, por eso quizá siguen siendo sueños, porque son inaccesibles, imposibles, castillos en el aire, sirenas, dragones, unicornios y besos y finales de película.

viernes, 18 de mayo de 2012

Bienvenida

Mañana, que ya es hoy. Hoy, que es ya. Tú me dices que mañana y yo quiero hoy. Ahora es tarde, arde la tarde cobarde, se va por el oeste. 
Te pierdo.
Te falta tu falda de tímidas rodillas, sencillas que sólo se aprecian por ojos que brillan. 
Me faltas porque no estás. 
La cama recién hecha para nadie con tal calibre como tú con acento, importante tanto por detrás como por delante.
Adelante. 
Bienvenida. 

domingo, 13 de mayo de 2012

Quizá

Tengo los puños cerrados y pétalos rotos en la corriente sanguínea, autopistas que bombean intenciones, que llegan a todos los rincones del recuerdo. 
El café solo sólo, nunca fue tan fuerte. Sonrío y miro a la mesa, arrugas de madera en una cafetería madrileña con lunares blancos de papel azucarado estratégicamente dispuestos por el azar. Observo sin dirección. La gente se mueve, sus gestos hablan con una banda sonora de cucharillas arremolinándose en las tazas. Sonríen, non je ne regrette rien pienso mientras intento leer qué dicen los posos de mi café. 
Baila conmigo. Solamente esta noche.
Magia o mentira, menta en tu retina y carmín en cascada desde tu ventana. Hambre famélica, huesuda y desnuda anudada en mi gaznate. 
Quédate conmigo. 
La taza blanca, por fuera y por dentro. Palpo mis bolsillos, metal de transacción. Me levanto y siento que dejo algo en la mesa, en esta cafetería de paso en el centro del centro de las entrañas de una ciudad que bombea pasos con la dirección que no encontré allí.

domingo, 6 de mayo de 2012

Té negro

Hoy mi despertador ha sido un sueño, me he levantado con la ventana en otro lugar de la habitación, enfrente, con una luz diferente, con un sabor extraño en la boca, serán los dientes. Como aspirinas el día se diluye, ya es tarde y las legañas en la tostadora. 
La calle es la puta que siempre espera, la del corazón roto y pies de plomo, la que vive en permanente primavera, tranquila, no acelera. Yo el que hago esperar, el viento que vuelve a llamar, el cuento de las cuentas de la lechera. En definitiva, nadie.
Ya es tarde, ya es tarde, tan tarde como mañana. Recuerda dónde quedamos, te haré esperar y tú nunca te presentarás. Recuerda no atarte un zapato, así cuando pase a tu lado podrás evitar que te vea. Que así sea.
Recuerda olvidarme como el día de hoy, uno más, pero el último.

viernes, 4 de mayo de 2012

Hache dos o

Muy fría, quizá demasiado. Esta tormenta afila mis entrañas, nubes discontinuas y apenas diez decenas de diamantes en la luna que iluminan el imán que me arrastra hasta para por...
Gotas de charol, perdido en un charco está el sol, tan lejos, tan sol. Guardé el rumbo en un bolsillo roto y ahora sólo conozco la línea recta y directa al mismo sitio de siempre, al bar de rojo carmín encarnado en cortinas donde los sabios mascullan un fin de la vida diferente cada tarde. Dominó en blanco y negro o cartas arrugadas, sus miradas cristalinas parecían más puras que el propio agua de lluvia, no me extrañaría que algún día llovieran los globos oculares de estos viejos. Siempre que paso por allí les repaso visualmente, pero nunca me quedo, ellos se pertenecen unos a los otros, yo permanezco en todo momento al otro lado de la raya, en el frío lado de la tormenta permanente.

jueves, 26 de abril de 2012

Lluvia de día

La luz gris caía sobre el suelo perezosa, como en paracaídas, el agua invadía la faz terrestre en un día lento como el tiempo, cuando parte y separa. 
La Esperanza estaba de vacaciones anticipadas y la Fe mendigaba en la misma esquina que veía camino al trabajo, con un gorro de lana sucio y bigotes del color de la uva de cartón. El suelo era un espejo de cebra bañado por tres colores donde nadie se atrevía a tirarse de cabeza, la Cautela un paraguas triste que lloraba a borbotones y el calor del hogar un Agosto en Abril. 
Las miradas, siempre atractivas a la inspiración del curioso, hoy se encogían de hombros declaradas en huelga, cerradas por cese de negocio, traspasadas, despedidas o difuntas. La vida se escapaba cuesta abajo hacia el sumidero más próximo sumada a colillas y besos sin ganas. 
La vida hoy era lo único sin la importancia de un nombre propio, el acento perdido y la bala encasquillada. 

martes, 3 de abril de 2012

Off


Mamá, dice el televisor que hoy no tiene muchas ganas de producir electrones de intensidad y dirección controladas hacia su pantalla para producir imágenes y gráficos. Que no está muy catódico.

miércoles, 28 de marzo de 2012

¿Cóumo se dise het spijt me en espaniol?

¿Os acordáis de los bultos que le salían a Homer cuando le entraba el stress? Bueno, a mí no me han salido bultos en el cuello pero se me han hinchado mucho otros bultos, dos exactamente. 
Yo trabajo en una academia de español para extranjeros, aunque bien podría dar español a españoles, incluido un servidor, no pagan mal, al menos me da para beber, perdón, para vivir. 
La semana pasada me "advirtieron" en una reunión que vendría un grupo de ese zoológico llamado Holanda, ríanse del bullying español. La cuestión es que el año pasado tuve un grupo, mi primera experiencia religiosa, de estos seres unicelulares compuestos en su mayoría de alcohol y lípidos que resultó ser catastrófico a nivel de bomba H. Déjenme explicarles: 
La clase comenzaba a las 9:30 de la mañana, achaco a diferencias culturales que desayunaran en mi clase bebidas energéticas a dicha hora, lo que no entiendo es que a las 11:30 siguieran bebiéndolas, además de traer barras de pan y embutidos envasados al vacío del supermercado adyacente a la academia, entonces comenzaba el ritual bellotero, como nuestra matanza, aunque el cerdo llevara zuecos y apestase a cerveza aguada. Sus gritos en holandés agrietaban las paredes de nuestra minúscula clase y yo, sólo tuve que dar clase, o intentarlo al menos.
Bien, este grupo fue el del año pasado, al final de la última clase les desee lo mejor en inglés, como no podía ser de otra manera porque no aprendieron una mierda de castellano, de la siguiente manera: You deserve to die.
El grupo de este año, inequívocamente fue (bueno es, porque estamos a media semana y todavía puedo pillar una pipa y volverme loco) peor, no utilizaron armas basadas en taurina ni hidratos de carbono en forma de miga de pan, pero sí usaron la constancia del que pica una roca hasta que consigue polvo. La hora y cuarenta minutos de clase fue el más claro ejemplo de destrucción por erosión. Las voces y gritos de trece acémilas medraban a cada minuto y segundo, mellando mis intenciones de enseñar a cuatro alumnas, extrañamente serenas, que parecía que no veían cómo ese barco  gramatical tenía un hueco tan grande como la estulticia de unos  necios que habían varado lo que intenté que fuese un galeón y terminó siendo una patera muerta en la costa. 
El colmo llegó cuando un alumno, del grupo del culo de la clase, me pidió que les hiciera una foto. Estuve a punto de meterme la cámara en la entrepierna y hacer click para que vieran en formato mpg una foto del tamaño de mi escroto.


Pero un profesor con clase no hace eso, un profesor con clase despotrica en su blog e intenta entretener al personal.



lunes, 12 de marzo de 2012

Ex traños

Hoy el sol saluda, intento llegar a la luz de mi fotosíntesis. 
Tarde, siempre arde.
Salgo, me desato la fina soga que me ahorca de 9 a 21. La noche ha caído. 
Los falsos imitadores de ídolos fallecidos se esconden en cabarés, no importa el día, encorvados en la barra vigilan la puerta al mínimo chirrido mientras succionan licor en vasos de dudosa reputación. Intercambian palabras, slogans y frases cliché con el camarero hasta alcanzar la embriaguez, después la música les maneja como marionetas mientras el resto del mundo duerme.
El asfalto ya está frío, los pasos sin norte, hay una puerta que grita, un cuello que gira, me mira, saludo y comienza el ritual.
Entregarse a un desconocido es mágico, ofrecerle tu cama, mejor. Pero esos imitadores de piel de mercado turco son turbios, uno no sabe si están fumando o traen la niebla esposada a sus talones, romper el hielo con un desconocido puede ser maravilloso, es alguien nuevo y nuestros sentidos se multiplicarán solamente para él, algo realmente noble. Conocer a alguien implica querer matar el tiempo hasta que lleguen tus secuaces o querer comerle la ropa interior. Nadie conoce por conocer pero casi todos bebemos por beber. Nos gusta más beber que conocer, pero muchas veces bebemos para conocer. Los falsos imitadores visten brillante, como los cebos, pero hay muchas personas en esta taberna y solamente unas pocas tienen carnaza. Un extraño es un extraño escasos segundos, como un orgasmo, aunque no conozcamos su nombre, como con un orgasmo también. Quizá allí reside la magia, los bellos de punta o los platos apupilados que se nos quedan cuando conocemos a un extraño. Porque no todos los extraños engañan, ni todos los que engañamos somos extraños.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Sol y castillos en ruinas

Ayer me emborraché y hoy, de nuevo, la música de los vecinos volvió a despertarme pronto, sobre las 11:30. Un tímido sol me transportó a la pasada primavera, con sus flores abiertas de piernas y chicas ligeras de ropa que daban la bienvenida a la hija del estío. 
Cogí el coche y me fui al trabajo, todavía quedaba parte del escupitajo en la puerta del copiloto de la noche anterior. Dentro se estaba caliente, a gusto, aislado en paz del resto, entre un paréntesis de metal y cristal, autista en el seno materno. Los semáforos me daban la oportunidad de observar. Había una pareja de jóvenes que se estaba despidiendo, él la besaba y ella se metía en un taxi aparcado a mi lado, el semáforo tardaba en ponerse verde y me miré en el retrovisor, no quería quitarme las gafas de sol, sabía de sobra lo que había detrás de ellas.
Ya en la carretera, he aquí el leitmotiv que me ha empujado a escribir, tuve que aminorar la velocidad y dejar de concentrarme en la carretera para girar mi cuello y mirar al cielo, algo así como lo que hago cuando el buen tiempo invita a esas chicas y mujeres a mostrar al astro rey centímetros de su cuerpo que nunca me enseñarían, sonaba Just a Little Heat de The Black Keys. Arriba, no muy lejos, las nubes quitaban protagonismo al sol salvo una pequeña parcela donde ocurrió el "milagro". Vi cómo espadas verticales y perfectamente paralelas penetraban en la tierra, la majestuosidad de la imagen de aquellos haces de luz era indescriptible. Yo seguí mi camino viendo cómo progresivamente desaparecían a medida que me alejaba. 
Tan sólo soy un hombre, me dije. 
El sol se fue y dio paso a más nubes de algodón mientras pensaba: Qué fácil es derribar un castillo de naipes...

miércoles, 22 de febrero de 2012

Ti, el Mundo, migo.

Aquí, en la oscuridad norteuropea hay una señal que dicta "Donde la distancia es el olvido". 
Donde la distancia es el olvido está fuera de todo alcance, se rige por una medida universal llamada lejos. Tan lejos como de España a Suecia, como una llamada sin contestar, una carta de amor que no se vuelve a leer o tan lejos como dos mesas de una cafetería. Donde la distancia es el olvido es una especie de agujero negro que nunca se riega, siempre está oscuro y sediento, y yo lloro y sin querer lo alimento.
Desde mi aquí, que es tu allí, pienso honestamente que la distancia es el olvido, pero también creo que es casi imposible olvidar completamente, quizá en el débil intento de ver algo de luz tras esa puerta que siempre intenta enterrar el olvido.
Aquí no hay kilómetros, ni millas, solamente existe la distancia medida en lejos, donde la mirada se alza hacia la profundidad del firmamento, lee en braille y se queda si saber cómo termina el cuento.
Yo no puedo luchar con la distancia, pero sí con el olvido, aquí, tu allí, donde hay una señal que me separa de, divide entre y acaba con.

domingo, 12 de febrero de 2012

Coge la puerta y vámonos

Hace frío en casa pero no importa, 
es viernes de venus, 
la luna escala por la ventana y me da la hora, 
el tiempo que demora me devora y corrobora que se pasa algo,
algo se pasa sentado en esta casa sola 
y solo huelo amapolas que baten sus alas, hacen olas. 
Abro los pulmones, crecen flores sin sol,
sólo con humo y alcohol, y así llegan los palos,
flores grises pero flores al fin y al cabo,
por cada lágrima un pétalo,
por cada cien pétalos un ramo,
y así tengo un jardín que es mi desierto envenenado,
he entrenado para ser el mejor soldado desertado.
Ya no mato palomas,
amo más de lo que debería
y no bebo más de lo que,
porque ¿por qué?


jueves, 2 de febrero de 2012

Huida hacia la vida

Hoy he sentido la necesidad de correr. Correr para huir de lo que repelo y me repele, huir para acercarme a lo que me atrae, huir para escapar de lo que me hace mal, huir para encontrarme con lo que simplemente me gusta. 
Últimamente necesito alejarme de muchas cosas y sentirme unido a otras, pero cuando huyo para ganar distancia a unos y perderla con otros siempre aparece un inconveniente, una piedra o una zancadilla que surge como la raíz de ese árbol que sale a curiosear a la superficie, lo que me empuja a pensar que el resultado de esta ecuación mental es que las cosas no están colocadas en un lugar por su naturaleza, que no se repelen las buenas de las malas y, por lo tanto, que no existe una dirección posible.
Otdo stáe zemlcaod.
Entonces, ¿por qué corro?
Huyo en sudor para llegarte, hacerte real y que desaparezcas, como el gesto de seda de un ilusionista que terminará con el cardio roto. Y así transcurre esta carrera, paseo, trayecto y/o viaje que algunos nos empeñamos en correr cuando hay que caminar, volar en vez de arrastrarse, pisar cuando hemos de acariciar y confundirnos cuando ni siquiera hay solución.



jueves, 26 de enero de 2012

Los golpes de las manzanas son dulces pero nadie se los come

Los golpes de las manzanas son dulces pero nadie se los come, podría ser perfectamente el título de un libro o de una canción, (me vino a la cabeza de Ivan Ferreriro). Podría ser el título que me cuelgo del cuello en estas líneas o mi fugaz Alter Ego. 
Con frío y el estómago vacío mando este mensaje del que no espero respuesta alguna de miradas mudas. La dulce soledad de una manzana anoréxica, los muerdos que nos da la vida, y los que le dejamos de dar por no hincarle el diente al lugar del lunar. La soledad enterrada donde nadie pueda oírla, ahí sí está realmente sola y no cuando hablamos de ella porque se hace de rogar, es una puta mimada que siempre quiere estar en boca de todos, no como esos golpes que las manzanas se llevan fruto (nunca mejor dicho) de un rodante suicidio descuidado al borde de la mesa. La soledad nunca está sola por nuestra culpa, por eso deja de tener sentido cuando es nombrada, la soledad tiene que ser impersonal y manifestarse ausente, tiene que ser escrita sin nombrarse. Por eso nunca creí en la fidelidad de los cantantes, escritores y compositores que escriben corazón, pero no con el corazón, para hablar de amor o desamor, los que escriben con rosas rojas y no con pluma aman de manera standard y los que escriben cosas como esta piensan demasiado y se retuercen como el regaliz y los besos de tornillo. 

miércoles, 18 de enero de 2012

Me, mi, me, conmigo

Mis ojos son cuadrados, casi son dados, soldados abocados al fracaso. Mi boca es un paréntesis, la tesis que explica mi crisis.  Del cielo a la tierra mi laringe gris es, gélidos los pies pálidos, parados sin huella marcados por el tiempo que me queda. Los dedos son mis intenciones de vacaciones entre las islas de tic, espacio y tac de una máquina llena de ellas. 
Intenciones que se van embarcando al mando de un canto de sirena estancada.

viernes, 13 de enero de 2012

Nada

La vida transcurría lineal, como un cigarrillo encendido y abandonado, como su propia estela grisácea, marcada exactamente en el mapa espacial de una habitación sin movimiento. Tuve que apagar la televisión para saber que estaba tan solo como esa colilla, para saber qué es lo que ese silencio que tanto ignoraba quería decirme.