martes, 27 de febrero de 2007

Tetrahydrocannabinol

Por primera vez se dignó a abandonar el fino e incoherente hilo que lo unía con el pedestal cristalino de la inspiración con el fin de tejer una vida abierta y moteada a golpes de tinta inyectada desde lo más profundo de una cifra a la izquierda que se duchaba a oscuras, de un solitario cero que encerraba millones de puntos en su interior y que sólo enseñaba a quién no quería contemplarlos y, no contento con las magulladuras sufridas continuaba mostrando.
Volvió a ser crío y reo, infantil y culpable, inocente como siempre fue y castigado por las reglas de la vida que no permitían juegos fatuos en este jardín infestado de cristales puntiagudos y hojas secas de flores deshidratadas que acostumbraba a inspirar.
Ahora, desorientado por la serenidad se ha vuelto más débil y como consecuencia un adicto a esas pequeñas cajitas de colores que invitan al consumo impaciente de la vida, exponencialmente huraño y huidizo de la socialización a la que irremediablemente estamos expuestos intenta no basar su felicidad en nadie ni en nada, salvo en sí mismo, borrando números de teléfono de amistades de papel que un día fueron proyectos de un imperio a conquistar y que el tiempo se ha encargado de convertir en fuego, humo y cenizas suspendidas a mi alrededor.
Éste es todo el bagaje que queda en mi maleta, de ahora en adelante procuraré viajar solamente con lo puesto.

sábado, 17 de febrero de 2007

Una de cal y otra de

Fantasmas con caries acechan desde el ático, otean mis pasos de plástico que moribundos me exilian un poco más hacia el trance, el agónico deseo de no ser, de borrar y devorar la existencia y sus recuerdos y comenzar desde el estrecho y lúgubre pasillo del sueño, donde abrazamos al mundo en todo su esplendor antes de abrir los ojos y bajar al sótano de la realidad que nos estrangula, donde expreso mi deseo de abandonar esta mueca sarcástica que llaman vida y de posicionarme al margen (contigo). Y tú ya lo sabes.
"Tengo un papel que dice que te tengo que besar, ayer no me atreví a darle la carta a su santidad en la que escribo que te quiero".
Sólo quiero dormir y mitigar el tiempo y sus golpes atroces que me dan voces y me arrastran a este vórtice de locura sin cura con cicatrices sin ton ni son con hielo sin amor con sentido sin vergüenza sin azúcar, y sin embargo tan dulce.

martes, 13 de febrero de 2007

Hoy es el día de los enamorados

Hoy te regalaré un ramo de flores como muestra de mi amor,
pero sólo hoy, mañana será igual que hace dos días y seguiremos
retozando en las mismas sábanas de cotidianidad que nos envuelven y aletargan,
como un anuncio de vuelta y vuelta que acaba quemándose en la sartén agrietada
que olvidamos tirar. No nos daba pena, simplemente se nos olvidó.
Hoy te regalaré una rosa roja para que pongas la misma cara de sorpresa que envuelves
en celo tan gris que me impide ver tus elásticas comisuras en las que me bañaba.
Para mañana se nos habrá olvidado regar nuestros recuerdos en un menta poleo en cualquier sitio y a cualquier hora y esas flores que reflejaban esplendor y vida murieron desfiguradas y mugrientas en aquel jarrón que parecía un mapa repleto de ciudades divididas por cicatrices de marfil pegadas con el mismo celo gris que nos unía y con el que también tapabas tu bella sonrisa,
justo al lado del recipiente se encontraba el esperpéntico espejo en el que un día nos miramos y
no nos reconocimos, desde entonces hasta ahora todo ha sido un ....camino de rosas.

viernes, 9 de febrero de 2007

Mata Paraguas

Pues no que va y llueve...nunca me proclamé defensor ni usuario de tal artefacto mortal,
pero sí ancianas, hombres elegantes, madres, hijos y en menor medida jóvenes.
Gran problema llegar a una estatura perpétua para uno y para tal invento, altura que siempre,
siempre coincide jocosamente(para los demás) con mi pronunciada frente, ambas sienes(dependiendo si la/el/los "killers" sean zurdos o diestros o las ganas que tengan de no dejar pasar a un ansioso como soy yo), nuca, nariz, mejillas, ojos y boca(a modo anzuelo).
Pero la palma se la llevan las situadas en la tercera edad.
Las ancianas presentan un problema doble, pocas ancianas salen a la calle solas, van en grupo, lo
que hace que el ancho de la calle, generalmente estrecho(las ancianas no se aventuran al gran extrarradio a menos que sea Semana Santa) se minimice al máximo. Su velocidad es de crucero(van tan lentas que la sensación visual de su trayecto es en cruz, se asemeja a los andares de un boracho, aunque no exáctamente). Solución ante semejante encerrona es salir a la carretera, aunque recomiendo empujarles ligeramente hacia un lateral, en el caso de que no funcione siempre se le puede dar un cachete a esa tela que repulsa el agua como intento de adelantamiento a vehículo longo, como longo es el viaje que me dan estas señoras.
En verdad las odio. Creo que creen que la longevidad de su edad les exime de hacerme el camino largo, aunque no vaya a ningún lado y sólo quiera andar rápido. Tan sólo con rozarles levantan la cabeza y te miran con esa cara de cordero degollado...cordero sordo saca ojos que espera un "lo siento" o un "¿me deja pasar?". Y más te vale ser "educado"(educado en la tradición del respeto de los 80) si no quieres que alcen su voz con el fin de llamar la atención y que los demás pasajeros vean la clase de gente que eres, pantalones"cagaos", y esa barba....¡¡ay esa barba!! debo de ser un delincuente o algo así.
El culmen llegó hace ya mucho tiempo, llovía y yo caminaba por el lado de la acera que no se moja, una señora, anciana o como quiera que se le pueda llamar sin ser despectivo, andaba con un parador de aguas hacia mí por el mismo lado. Cuando coincidimos yo no me aparté, ella llevaba un instrumento para evitar el líquido elemento y yo no.
Me paré, se paró.
Le miré, ya me estaba mirando porque yo miraba al suelo(fuente de inspiración).
Mis ojos debían de estar preguntándole: ¿y ahora qué?
Mientras me seguía mirando sin inmutarse esbozó una sonrisa y encogió esos delicados hombros
que se podrían romper con un leve empujón para quedarse como una estatua de nuevo.
Los que me conocéis sabéis de mi tozudez, incapaz de herir a un semejante(semejante por decir algo) me retiré tras unos segundos de fruncimiento de ceño, eso sí, no me callé " ¡¡así se coja un constipao de un mes, vieja!! y demás mierda.....no me arrepiento.
Pido que llueva mucho y que los embalses crezcan(que iluso), pero lejos de las ancianas que ya no necesitan agua para crecer.

lunes, 5 de febrero de 2007

Protós et Éskhatos

Hoy toca flexo y mesa, ha cambiado el escenario y el autor,
créeme, no eres el mismo tras leer ésto, no porque ésto te cambie,
cambias sólo tú, y tú solo.
A veces recurro al autismo de una bella rosa encerrada en su gran prisión verde,
es preciosa, o no, porque nadie la ha visto ni verá nunca.
No puedo comunicarte nada, y aunque ya te haya comunicado algo al decirte que no sé nada,
en esta ocasión (gracias Lenguaje) nada se convierte en algo que es parte de lo desconocido y, por lo tanto calificable dentro de este misterioso mundo.
Sabido mi problema, ya eres conocedor de los grilletes léxicos a los que me someto
cada vez que pienso en tí, en tí y en eso y aquello cuando me drogo.
Ante tal inutilidad que acabará en la papelera de reciclaje, y después de mirar
en la pantalla si reciclaje es con g o con j, (lo que me convierte en un dudoso candidato a posteriores lecturas), me quedo ausente pensando si realmente es necesario comunicar
al resto del mundo que desconozco todo, o mi manera de contemplar esta senda que
termina en acantilado, paso, paso, paso, paso, paso, paso, paso, paso . . .
cada vez más largos, cada vez más muerto.
Por eso no escribo tanto,
porque cada palabra es un llanto.