viernes, 1 de junio de 2012

Carmen quería

Ella buscaba el amor, pero lo que no sabía es que el amor nunca se pierde. Quería un corazón grande, enorme, pero cuando un corazón de esas dimensiones se encuentra vacío, se acumula más polvo y cuesta más limpiarlo. Quería vivir en un cuento de hadas, pero no quería dejar de existir cada vez que se cerraran las tapas, caer en el olvido de un armario que nunca más se abrirá. Quería siempre felicidad y se olvidó de las caries. 
Quería vestidos y girar con los brazos abiertos para dilatar su inmensa falda, quería abrazos, lazos, papel de regalo, helados de fresa, velas y besos de esos que se dan entre dos, tacones de aguja que remienden el desconsuelo, quería.
Pero hay abrazos tullidos, nudos irreparables, regalos que decepcionan, cucuruchos que aterrizan en el suelo, años que ocultamos y besos de judas. 

2 comentarios:

Clementine dijo...

Carmen que era C, que quería lo mismo que Celine y que Clementine. Se chocaba con la realidad cada mañana. Quería, quería, pero no encontraba más que su mirada en el espejo. Aún así, cada mañana, metía la mano en el buzón por si estaba la carta de aquel que le rescataría de la realidad. Un "fúgate conmigo, C." y la promesa de empezar de cero en cualquier lugar que no la odiara, que no odiara.

Marina dijo...

maravilloso, Cien Cafés, hacía tiempo que no leía tu blog