Me desperté a mediodía en un cuarto diferente, extraño.
La ropa disparada. Calcetines perdidos y cordones que apuntaban a la salida.
Shhh...
Mesita de noche con libros que no he leído.
Boca seca, casi sin boca, un punto casi sin palabras que decir, ingrávida.
Me levanté y eché un ojo al espejo.
"¿Y tú? ¿Quién eres?"
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