domingo, 1 de septiembre de 2013

Cambio de aires

Se han multiplicado los ojos, como la casa de la miel, ahora brotan pupilas de las celdas del panel, libres como la inocencia de un crío. 
La prisa bombea exponencial.
Sin horas para dormir, pero con todas las del mundo para hacerlo contigo.
Sin paladar para comer, pero con todos los nervios de mi lengua en tu costado.
Sin sentido ni dirección, así descubrí América otra noche etílica, mi primera noche aquí con la mejor brújula.
Volveré para quedarme.


Para olvidar, té.
Para volver, café.

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