martes, 11 de diciembre de 2007

Tú a ti

Esperó un quizás o un todavía toda la vida, esperó un contrabajo vestido en un cuerpo con curvas que acunaran entre acordes su nuca en una cama vestida con dos tipos de piel, esperó a que entrara en el bar una sintonía de pasos uniformes como un constante segundero y que no parara hasta parar su corazón cuando se unieran en un abrazo a las doce en punto, esperó pacientemente la mano que abriera la puerta y cerrara su cuello apasionadamente, esperó una cintura que sujetara su ebrio punto de apoyo mientras hacía caricaturas de lo que estaba por llegar, esperó otra estrofa, otra nota, otra letra que le acercara un poco más a esa figura fantasma que le acechaba en la cama cuando pensaba en cada resquicio de su cuerpo que le quedaba por pintar a la siguiente mañana, siempre incompleta pero repleta de cosas buenas que le hacían aún más larga la espera.
Esperó a la perfecta sin condiciones ni vallas ni balas, esperó a la perfecta en medio de una guerra donde sólo había un soldado con munición encerrada en un tintero sediento de besos, esperó pero sólo llegó un pero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"El amor es la prórroga perpetua. Siempre el paso siguiente y el otro y el otro..."
Yo también espero, pero no tanto. Sólo que perdones mi ausencia de éstos días...
Un abrazo