jueves, 7 de octubre de 2010

Zombie

Nadie le hizo caso en toda la noche, nadie. Llegó a casa solo y muerto de hambre, retrato perfecto del moribundo sin casta que gasta hasta. Empitonado por el destierro, difunto unicelular sin conjunto a juego siempre fuera de. Llegó a casa con las mismas ganas de difundir la palabra de. Pero dios estaba de vacaciones en la. Y el reloj agonizaba, tan sólo las falanges asomaban a ras de la arena pidiendo.
Nada es el rastro pálido y terso que deja una ola de mar en la colmena de granos de. Él llegó a casa con una puñalada y sangre en las manos y escribió mentiras para los que cada día se disfrazan de algo.


Llegó a casa muerto
del hambre del hombre,
llegó a casa muerto,
sin nombre.

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