jueves, 25 de junio de 2009

Vomitando estulticias

La barra del bar se erguía con juncos haciendo guardia, mentiras con hielos, humo londinense sabor a ginebra y bragas de colores componían un arcoiris pegajoso de palmas lisas, sin futuro más que la misma noche. Hablamos de banalidades, ¡cómo no! pensando en una noche loca de sexo en colchón ajeno. Sin saber que la mañana nos sacaría tres tubitos de sangre para su colección de carmín. Sólo quedan unas horas para que la luz nos descubra e inconscientes dejamos los segundos pasar sin comernos la boca. Insensatos. Alguien se comió medio diccionario y no sé qué decir, las palabras se han perdido y el tiempo ha ganado el pulso de mi corazón. Latente el paro cardíaco.
¿Por qué te fuiste?
Mierda enseñando las encías y los dientes soltando chispas. Mierda el puño que encierra un deseo atómico. Mierda el disparate de un guión preestablecido y de su cliché de chicle rosa plástico. Mierda tú que me hablas con ojos encendidos y dejas las sábanas gélidas. Mierda el deseo que has parido y que dejas pudrirse. Mierda tu sonrisa desdentada y gris que alimenta el gusano avaro de tripas crudas. Mierda en general para ti, escombro que me lapida.

3 comentarios:

Alfil dijo...

Con tres tubos de sangre e hace mucho.
Mierda presente siempre, ya sabes, pero eo es lo bonito.


;)


Agregame a tus amigos o algo mal ser !!!

Anónimo dijo...

ayer no escribiste en algún punto entre ávila y salamanca?

yo vi molinos de viento :)

no sé si alguna vez te había escrito a las 7.48 a.m.

me voy en breve a currar :(

ten buen día

MIL







...





+ MIL

Anónimo dijo...

cuánto tiempo sin darte las buenas noches por aquí

cuánto tiempo sin contarte un cuento de buenas noches


MIL