domingo, 12 de abril de 2009

Cuenta sueños

Era morena con los labios rojos, nuestras espaldas compartieron medio metro cuadrado en la barra del bar, era una diosa y no pude perder la oportunidad de tocarle la espalda, cadera o culo. Aquella noche la encontré en mi armario buscando algo que ponerse, de rodillas sobre una balda. Le pedí que me dejara hacerle una foto, apenas veía pero me esmeré en sacarla lo más bonita posible por si el recuerdo la desterraba de mi mente, no paraba de poner caras producidas por, quizás la vergüenza. Mi rostro debía ser como ese tipo de quesos fundidos que se estiran cuando los untan con un trozo de pan. Le dije cariñosamente embelesado por su figura, cara y presencia que fuese natural, inmediatamente recompuso su cara y tomé la foto que esta mañana adorna cada minuto de mis letras hacia ella. Le dije que era preciosa, y se sorprendió, pero fue una sorpresa esperada.
"Quiero besarte".
O algo así le dije, de pronto, nuestras dos bocas lentamente se disolvían en un beso pausado y eterno, su lengua era algo más gruesa de lo normal pero muy ágil y podía sentir cómo giraba y rozaba su filo con mis células más receptivas. Me enamoré de dios.



"My my my myyyyyyyyy Sharona..."

3 comentarios:

Mila García dijo...

me gusta lo que escribes, llegué hasta aquí a través de tu flog.

saludos de La Chica del Pastel o Barbi túrica o el_tiovivo...

Anónimo dijo...

si que le cunden a usted las madrugadas que terminan de día delante del pc, eh?

MiL

Anónimo dijo...

echo de menos las conversaciones entre ceros y unos a las mil...
echo de menos los comentarios de dos en dos...
echo de menos los besos encadenados...

te echo de menos a ti...