sábado, 17 de febrero de 2007

Una de cal y otra de

Fantasmas con caries acechan desde el ático, otean mis pasos de plástico que moribundos me exilian un poco más hacia el trance, el agónico deseo de no ser, de borrar y devorar la existencia y sus recuerdos y comenzar desde el estrecho y lúgubre pasillo del sueño, donde abrazamos al mundo en todo su esplendor antes de abrir los ojos y bajar al sótano de la realidad que nos estrangula, donde expreso mi deseo de abandonar esta mueca sarcástica que llaman vida y de posicionarme al margen (contigo). Y tú ya lo sabes.
"Tengo un papel que dice que te tengo que besar, ayer no me atreví a darle la carta a su santidad en la que escribo que te quiero".
Sólo quiero dormir y mitigar el tiempo y sus golpes atroces que me dan voces y me arrastran a este vórtice de locura sin cura con cicatrices sin ton ni son con hielo sin amor con sentido sin vergüenza sin azúcar, y sin embargo tan dulce.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

una cal, otra de sal, amor, flores de colores y ricos olores, dias soleados, risas y llantos, tierra mojada, cantos de los pajaros, gente paseando, pero no fantasmas, ni sueños oscuros, q la pesimista soy yo...

Susana Delgado Ibáñez dijo...

Encantada, Señor Sick.