domingo, 16 de noviembre de 2014

Acabose bonita

Acabose dulce recuerdo. Me mata pensar que pudimos ser lo que no somos ahora. Tu culpa, mi culpa. Nadie.
Quise ser el que era siendo yo ahora, pero sabes que no pude. Lo mismo te ha ocurrido a ti. Sé que no puedes.

Soy Eva.

Y lo siento.

Es la historia de la puta media naranja que rueda sin sentido, sin razón. La que me mató dos semanas yendo tras de ti. 

Con sentido, sin razón.

Baila, baila y no me roces. Quédate las caricias que te di y que no sentiste, lo siento, siento querer haber creído que te quería un poco que ha quedado en un nada.

Tengo tu carta que no te he dado, no te la mereces. Mea culpa. 
Puta culpa de creer en algo, puta culpa de creer en lo posible.
Puto tiempo desperdiciado.

Nunca.

1 comentario:

Sara Pérez dijo...

Visto y comprobado que somos personas completas, como decía John Lennon (seguramente hayas leído su "nos hicieron creer").

Siempre fui de la opinión que cuando haces las cosas de corazón, aunque luego se trunquen, no debemos martirizarnos con ello. Al menos nosotros fuimos sinceros.

No sé si este texto es una historia real o no, pero sea como fuere, si escribe como tú, esa carta merece una mejor fortuna.

Un saludo.