Soy un egoísta, te quiero para mí pero no te quiero para nada más de lo que te quiero. Y no sé si quiero quererte para algo más de lo que te quiero cuando estoy borracho.
Y creo que no. Sobrio agnóstico y ebrio sobrio creyente.
Quizás debería dejarlo...
Y buscar en la madrugada más mentiras que tranquilicen esta metástasis que ahoga y quema, que arrasa y anega las pisadas de la cordura de una playa a la que nunca llega la última ola.
Quizá sea momento de romper con todo.
De romper el acantilado.
2 comentarios:
Quizás sea momento de romperse por dentro para abrirse a lo que hay fuera...
Me gustó mucho esta entrada. Las personas queremos, intensamente, de verdad, pero cada uno a su manera. No hay mejores o peores formas de amar, no son necesarios motivos ni pretensiones. Te seguiré para leerte en próximas entras, te invito a pasarte por mi blog y seguirme :)
http://comoelrioquefluye22.blogspot.com.es/
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