sábado, 1 de marzo de 2014

Pupilas que fibrilan

Si vienes a mi casa pensando en un palacio
creo que te has confundido de espacio.
En este lado el desorden se comparte,
como besarte sin que sea sacrificio.
Tu altar es mi altar, 
eso debería bastar para nuestro ejercicio.
Entre tus piernas sigo buscando el refugio que no encontré en el colegio.
Las líneas de tus libros hacen al hombre más sabio,
intentaré sacarme la carrera copiando de tus labios.
Sólo te pido que no cierres lo ojos porque eres mi flexo cuando estudio tu sexo.
Has construido un puente temporal durante mi exilio,
has hecho personal este grito de auxilio
y aunque te hayas ido me quedé con tus canciones 
y con todas la razones para seguirte hasta tu hotel.
Fue como mirar el mapa de tu piel.
Hasta siempre, hasta nunca C.


No hay comentarios: