jueves, 6 de marzo de 2014

Cuando llegue el deshielo

Si me gusta algo lo cojo, pero si tú también lo quieres lo podemos compartir. Te miro, me pareces extraña, no esquivo la mirada, ¿quién eres? me acerco y te toco ese pelo largo y liso, sin miedo, ¿por qué tu pelo no es oscuro y corto?, no llevas pantalones y nunca antes había visto esos muñecos. Tu cara limpia y tus rodillas blancas. Los dos decimos adiós al metro cuando se va. El fuego quema y el frío encoje, pero no lo sabemos ni nos importa. 
Me miras, te parezco extraño y me ofreces tu bocadillo, miras a mamá esperando aprobación. Mamá sonríe. No sabes que las cosas malas también ocurren pero no sabes qué es "malo" y tocas curiosa mi pelo desordenado y corto, sin miedo. Tu cara está sucia, piensas. Y derrapas torpe la nocilla por mi cara, ensucias tus dedos de muñeca de marfil. Los dos hablamos con los perros del parque. El fuego quema y el frío encoje, pero no lo sabemos ni nos importa.
Y me pregunto por qué te agarran del brazo y te hacen pequeñita y se estira nuestra distancia, se rompen nuestros ojos hasta hacerte desaparecer. Ya no quiero jugar y se ha hecho tarde para todos menos para nosotros dos. Se le hace tarde a mamá, que es mayor y tiene cosas que hacer, cosas que no entendemos, como trabajar, ganar dinero, alimentarnos y comprarnos cosas que no necesitamos hasta que las vemos. 
Hasta que nos vimos.

"Y cómo decir que aún hay más..."

1 comentario:

Anónimo dijo...

"y cómo decirte que te quiero y ser sincero... y cómo decirte que aún te quiero"
Eres el último romántico :)
Mil