domingo, 21 de junio de 2009

Sol y brisa

El sol tatuaba en blanco y negro las sombras de los árboles. El aire paseaba y corría en un susurro aderezado con calor amarillo. Ella pensaba con la mirada, estaba medio tumbada en un banco, la bandera de su coleta apenas se movía salvo cuando observaba la soledad que le rodeaba a izquierda y derecha. Palpaba una contra otra sus rodillas en golpes sabor morse un mensaje que no pude descifrar, anomalía normal en mí.
Saludó a un chico que pasó cerca de ella.
Sus uñas brillaban y reflejaban un rosa blanquecino que no chocaba con ningún otro cristal salvo en los míos. Abrazó sus rodillas con un fácil lazo y volvió a clavar sus morenos brazos detrás de su espalda en un ángulo recto. Su cuello giró
y me vio.
Se levantó y llenó un cubo de basura con una pequeña bolsa vacía de plástico blanco
y se fue.
Me pregunto si en esa bolsa se habrá dejado algún deseo olvidado.
Yo también me fui. La soledad ya casi no me inspira.

1 comentario:

van dijo...

¿Cuántos deseos olvidados guardas tú en bolsas de plástico blanco?

yo unos cuantos...


lo importante es no tirarlos nunca a un cubo de basura...


MIL