sábado, 7 de julio de 2007

Serpiente descafeinada

Me quería tanto que no le importaba que le apuntara a la cabeza con una pistola cargada con una sola bala mientras hacíamos el amor, ya no hay miedo detrás de esos ojos. Los movimientos tiemblan y la fiebre empieza a subir como una enredadera de alambre de espino que muerde el tejido cerebral, toda una fiesta encerrados en una cafetera a punto de consumar la unión de café y agua, la boca quiere escapar del cuerpo e imita los movimientos del rodillo de una Olivetti con pausas para bostezar y retomar nuevamente el baile del hula-hop bocal, cadera rota de tanto jugar a volar. Me sonríe y caigo desmayado, abre mis ojos mientras me mira, coge un rallador de debajo de la cama y comienza a frotarlo dulcemente contra mis ojos. Todo cae cuidadosamente en el suelo polvoriento, ella repta y esnifa el amasijo de mis ojos rotos mientras hacemos un collage de carne rota en una habitación rota donde siempre huele a café recién hecho.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mi american-men!!!!!!!!!!!
no me he olvidado de ti!pronto te escribire'!!!tengo muchas cosas que contarte...
ah!la foto cn la poesia de neruda...la mejor del ultimo mes!