jueves, 18 de septiembre de 2014

Hello, I love you Won't you tell me your name?

Coge tus maletas, nos vamos a Hollywood. The doors toca esta noche. Compraremos botellas y cigarrillos, bailaremos borrachos. Llévame al lugar en el que te vi y te dejé de ver. 13 horas de avión, un hostal de luces rotas, ruido de ratas en el patio trasero y sábanas roídas.

When the music's over...

Siempre nos dio igual el lugar, vulgar o aquel de H. Boulevard. En casi todas las calles hay un bar en el que nos podamos cobijar.
Coge tus maletas, pantalones, camisetas, pero deja espacio para los recuerdos a la vuelta. Es lo único que sobrevivirá después de todo.

This is the end...

Necesito tu recuerdo, el que todavía no tengo.
Las cartas se prenden, los regalos también. La ropa dura según habilidad, el carmín se diluye en los labios, las heridas cicatrizan pero el recuerdo es una lápida que todavía no tiene nombre.

Mientras tanto, los desheredados de la gran ciudad se apoyan en la entrada del metro de Chueca, comienzan a beber y fumar a las 10 de la mañana, incluso antes. Hablan de viajes a Hollywood, de Jim Morrison, de bragas en maletas y cartones de vino divididos.

No hay comentarios: