miércoles, 4 de diciembre de 2013

Una chica Bond llamada Niebla

Se acercó a mí, ya sabía mi nombre. Decidida, sin miedo, me perdí en ella. Ni siquiera la toqué. Vino, vio y venció. 
Justa en veneno para desear volver a vernos.
Ni siquiera me tocó. Vino, la vi y perdí.
Perdí el 7 y sólo me quedaron un par de ceros en mis ojos vidriosos y agitados, mezclados en sus interminables piernas que escondían la navaja que hoy todavía desangra mis ganas de.
Vino de la niebla y se evaporó como agua entre dos cuerpos en ebullición para volver a ser lo que fue, niebla. Nunca perdió las maneras, ni sus tijeras en uve
La tuve entre el espacio que nos separaba mientras nuestras palabras copulaban. Retorcidas como un regaliz a punto de estallar en mil dulces.





Failed mission. This tape will self-destruct in five...

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