miércoles, 30 de mayo de 2012

To catch a thief

Como un funambulista cuando el circo ha cerrado sus cortinas de colores, ese gato acaricia el tejado con sus patitas de bizcocho y observa sentado sobre el barro verde bañado por el Sena.
Amantes con forma de isla perdida se cosen a besos acostados en una esquina, tan sólo sus ojos felinos y unos cuantos charcos son testigos de la brecha que separa a los humanos de los amantes un día de diario. 
Las casas parpadean hasta morir, cortinas y cristales opacos no hacen caso, comienza a oler a tierra mojada y pies descalzos mientras el gato se gira tranquilamente y bosteza con la parsimonia  de un violinista. 





A veces me pregunto quién era el que estaba más solo de los dos.

2 comentarios:

Soraya Bruxa Moura dijo...

las llamadas antes de salir el sol no auguran nada bueno,

Cuídese,

Un abrazo

Unknown dijo...

Me encanta este relato!!