viernes, 4 de mayo de 2012

Hache dos o

Muy fría, quizá demasiado. Esta tormenta afila mis entrañas, nubes discontinuas y apenas diez decenas de diamantes en la luna que iluminan el imán que me arrastra hasta para por...
Gotas de charol, perdido en un charco está el sol, tan lejos, tan sol. Guardé el rumbo en un bolsillo roto y ahora sólo conozco la línea recta y directa al mismo sitio de siempre, al bar de rojo carmín encarnado en cortinas donde los sabios mascullan un fin de la vida diferente cada tarde. Dominó en blanco y negro o cartas arrugadas, sus miradas cristalinas parecían más puras que el propio agua de lluvia, no me extrañaría que algún día llovieran los globos oculares de estos viejos. Siempre que paso por allí les repaso visualmente, pero nunca me quedo, ellos se pertenecen unos a los otros, yo permanezco en todo momento al otro lado de la raya, en el frío lado de la tormenta permanente.

2 comentarios:

Soraya Bruxa Moura dijo...

para cualquier "línea recta y directa" siempre hay una paralela. ;P

conbotasrosasye_yé dijo...

¿dondé esta ese iman? ¿quien lo tiene? hasta, para y por ? esta tormenta me dejó con ganas de saber mas?

Comenzaré a comprobar los bolsillos, gracias por la observacion :) y sobretodo antes de meter las cosas en la lavadora...no quiero lavar mi conciencia todavía!

Una sonrisa con el labio superior en forma de cardioide!