miércoles, 23 de marzo de 2011

Flotando

Era el mismo escenario diario, el sol jugaba al gato y al ratón sin tener claro quién hacía el papel protagonista, él o yo. Helios y sus escasos rayos quemaban la tostada más paciente en la sala de espera de la cocina. Utensilios de cirugía brillantemente hambrientos tatuados con sus huellas escribían un mensaje desolador en aquel cuarto. 
Descalzo en suspensión mis dedos obesos leían suavemente la madera como la aguja susurraba al vinilo la noche anterior, seguía sordo dando vueltas buscando nada. 
El tiempo era lo único que se movía con sentido en aquella casa, era la única forma de estabilidad móvil. 
El resto era un 
c
a
o
s.


Un caos que comenzaba cada noche.

8 comentarios:

Clementine dijo...

Que intriga... y qué pasaba cada mañana?

Flaviani. dijo...

Un caos con sentido, o sin él?
Ahora me has metido ganas de comprarme un montón de vinilos, no sé

Diario de Arquímedes dijo...

Para muchas personas el caos comienza cada noche, tumbados en la cama sin saber que pasara al dia siguiente.

Un beso fuerte, Nacho

María Part dijo...

No sé porqué he visualizado una cama deshecha.

Viva dijo...

y que viva.

Unknown dijo...

Esa guerra de tiempo, caos que se mantiene y se mantendrá eternamente, me pasé a leerte y me gustó, asi ke, me kedo y.. si kieres pasear por mi blog, estás más ke invitado.
Un abrazo!!! ^^

Montse dijo...

el caos es necesario... sería un aburrimiento =)

marie dijo...

me he imaginado una eterna oscuridad, moteada de rayos de luz, pero no de sol, sino de luna...
me sigue encantando leerte, un beso !