martes, 12 de agosto de 2008

Caricias en el cielo

No había nada ni nadie alrededor, únicamente el grito del viento que sólo fluye fuera de la ciudad, es un viento con acento, viento de fuera que hace hablar a la paja y a alguna bolsa de plástico extranjera que se ha colado en medio de la nada, más allá de la cuneta al lado de una vía de raíl oxidada donde han crecido flores amarillas fomentadas por el poder del olvido me encuentro con un amigo, apoyados en el capó de su coche pedimos al cielo que llore. No podemos pedir a la luna que nos guiñe, su majestuosidad de marfil con caries que la hacen igualmente preciosa duplica nuestras formas en un suelo pajizo de tierra, ya no estamos solos.
Tantos lunares en piel morena me hicieron pensar en ti, en el brillo de tus dientes, en la tierra que pisas y en tu aliento que me llega con el viento en forma telegráfica basada en ceros y unos, cero sin ti, uno contigo. No pude pedir un deseo aunque vi estrellas fugaces camicaces que son algo un sólo momento y pierden su sentido dejando una estela en forma de caricia en un cielo lleno de espectadores alumbrando semejante haraquiri que lo abre momentáneamente. Me pregunté si esa estela sería capaz de construir un puente entre tú y yo, aunque solamente fuese ese brillante y apresurado momento, sólo necesito ese momento para verte tocarte y sentirte bien fuerte y saber qué es ser un astro iluminado gracias a otro, como la luna y el sol, amantes en la distancia.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"cero sin ti, uno contigo"


buenos días, tesoro


besos?
losdesiempre
milyuno
milydos
milytres...
yasíhastaqueyanosepuedacontar

Bibián dijo...

Para quien siempre se está yendo, encontrar un lugar donde detenerse resulta terriblemente cálido...
Gracias!
Es bueno saber de ti y sobre todo saberte así!

Nikaperucita dijo...

eso de los vientos con acento... Son mis favoritos. Los que distingues al primer instante y los que mas echas de menos :)

skldá dijo...

bueno, tampoco es tan terrible... hay instantes que bien valdrían una condenación eterna... (esto casi es mejor obviarlo porque suena más cursi, ¡qué repelus!! :)

mi alma todavía está más o menos a salvo, yo prefiero el cielo... que el calor abrasador no me gusta nada... y el infierno debe ser algo así como un eterno verano...

perdón por el tostonazo... hace mella el aburrimiento...

:)

Anónimo dijo...

9.32
ni las ocho ni las 9
9.32

hoy me enfado de verdad, eh?