Cambiando el mundo a cañonazos. Pero siempre desde castillos en el aire.
miércoles, 20 de junio de 2007
Todavía
Y la constelación que guardaba en su paladar salió en un suspiro, y se acabó. Los besos son ahora una boca en la pared que parece que grita, una grieta.
Porque todo es mentira, y las palabras divididas nos restan, lentas.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
A mi me gustan las matas que crecen entre las grietas. Resulta una extraña historia de renovaciones y muertes, tan parecida a ésta! Un abrazo.
1 comentario:
A mi me gustan las matas que crecen entre las grietas. Resulta una extraña historia de renovaciones y muertes, tan parecida a ésta!
Un abrazo.
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