martes, 12 de julio de 2016

Malasaña

A veces quiero tanto.

Y se queda en tan poco...

Hay ratones en el paracaídas. 
Termitas en la calle madera y ateos en espíritu santo.
Ni una sombra bajo la palma y el pez agonizando de CO2 y napalm.
Minas anti persona en estrechas aceras destinadas a barco.
Los niños de san ildefonso beben latas inocentes señalando con el dedo de colón a la fixie aparcada delante del bar...

Nunca

Cuando la razón cojea y se nos han caído las armas.
Cuando se ha perdido el sentido de la dirección adecuada.
Cuando el camino es el filo hacia la nada.
Cuando el tabaco se acaba.

Tiempo.

Siempre nos quedará el tiempo.

jueves, 23 de junio de 2016

Fusión

Éramos una trenza, el tejido carnoso de un regaliz, 
el cable escondido al fondo de un cajón olvidado. 
Retorcidos exiliados y fundidos con unas sábanas erosionadas, 
fuego que dos ángeles sin alas crearon en una guerra con la bandera de sus bragas.

viernes, 20 de mayo de 2016

Un cigarillo más

Hice un lápiz con la flecha que me clavaste.

Qué bonito el paritorio. 
Blanco gritaba hipodérmico pentagrama del dolor. Nadie alrededor, contorno de soledad en 360 grados adosados al silencio de una madre dividiéndose en dos. Último hálito de expulsión, volcán en erupción entre sangre y tejidos desgarrados. 

Pérdida del singular. Bote salvavidas sin mensaje embotellado.
Se acabó el güisqui.

Y ahora qué.

No vale con dejarlo ir. Escribir porque sí, con todos los motivos. 
Y después se irán, se perderán, se irán, se perderán, se irán...
Como lágrimas en la lluvia.

Escribiendo en secano, estéril vuelo sin motor sobre la planicie amarilla de tu placenta, buscando entre el laberinto de planetas donde recostar el rompecabezas de Rubik que nunca se cansa de llamar a la puerta. 

Es inútil dibujar con la falange que señala en la arena del mar.
Se irá, se perderá...


viernes, 8 de abril de 2016

Two roads diverged in a yellow wood

Cuántas opciones entre millones, 
tomamos sólo una entre tantas decisiones.
Picas, tréboles, ases o corazones.
Y sólo una.

Las calles respiran, conjunto de células que forman bípedos en continuo movimiento, en pareja, solas o en grupo. Gran arquitectura de piel y huesos. Beben latas de cerveza, fuman y hablan de sonrisas bajo la luz eléctrica de farolas impasibles que todo lo ven. 
A veces creo que soy como una farola fundida, apoyado en la puerta del bar intentando buscar cada historia dibujada en esos pasos que vienen y van. Olas de mar de cemento y goma de zapatillas, colillas y basura en la capital.
La calle es lo suficientemente estrecha como para enjuagarse con los perfumes de todos los transeúntes y escupir una flor con manchas de tubo de escape. Es viernes de Venus y la gente vive volátil a ras de suelo desvirgado abierto siempre por dos calles. A veces van a dar al mismo lugar, otras, nos equivocamos. El tono de voz surge como un coro en plena sinfonía con el caos. La proporción áurea de los cuerpos construye un pentagrama de amor al prójimo basado en la puesta en libertad de los reos. Es hora de beber. 
Ester pone cañas, pinchos, patxaranes, licor café y vino. Siempre atenta detrás de la barra dando felicidad de cristal por el que mirar hoy. 
Millones de opciones, y sólo una:
Romper esas células a golpe de vaso 
y hablar mañana del camino no tomado.


TWO roads diverged in a yellow wood,
And sorry I could not travel both
And be one traveler, long I stood
And looked down one as far as I could
To where it bent in the undergrowth;        
Then took the other, as just as fair,
And having perhaps the better claim,
Because it was grassy and wanted wear;
Though as for that the passing there
Had worn them really about the same,         
And both that morning equally lay
In leaves no step had trodden black.
Oh, I kept the first for another day!
Yet knowing how way leads on to way,
I doubted if I should ever come back.        
I shall be telling this with a sigh
Somewhere ages and ages hence:
Two roads diverged in a wood, and I—
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.        

sábado, 2 de abril de 2016

A la cama

Uh! Said the man to the lady.
Uh! Said the lady to the man.

Suzie Q. say you'll be mine

Hemos perdido el norte, pero todavía nos quedan tres cardinales, tres cordis que asfixiar, tres atmósferas, tres tristes tigres y un triste payaso. 
Huecos vacíos y balas hambrientas. Comida en la basura y costillas que se yerguen hasta un cielo famélico lleno de nubes de algodón.
Y no hay lluvia que se lleve esta mierda que ahoga.
Y el tiempo, se nos fue de las manos, empapado en la arena como gotas secas sin eco, maltratadas por el rastro del resto de pisadas. Ya no hay cuentos de hadas. Todas degolladas brindamos con su sangre helada coagulada. 
Mañana será mejor.

No será peor de lo que era,
no será peor,
seguro que es mejor.................................................





viernes, 1 de abril de 2016

I love San Francisco

Apuntas silenciosa desde la distancia. Me guiñas un ojo antes de matarme. Como solías hacerlo cuando sabías que me llevarías a la cama. Parece que no estás y, sin saberlo, ya has colocado una bala en mi pecho. Quirúrgica, quién iba a pensar que los dedos que dibujaban borrascas en mi cuerpo se convertirían en el frío escalpelo que lo abriría en canal. Y ahora, ¿qué ves?
¿Puedes verme?
Lanzo llamaradas de napalm a cada paso que abandono y no son más que señales ciegas que dibujan un humo perezoso que se difumina en el olvido.
Tan pronto.
Tan tarde.
Y todo arde.
Cenizas.