El problema vino cuando, tumbado, notaba pinchazos que hinchaban su pecho. Ya no era aquel chico, las canas echaron raíces y el techo achuchaba. La arena del reloj se quedó en granos suicidas de zapatillas roídas, es una mala estación el otoño para las agujas.
Demasiados problemas para un cuarto tan pequeño, tan solo y tan frío como el último café olvidado, en blanco y negro de la nostalgia.
Menos mal que el sueño mitiga la fatiga y olvida con su anestesia epidural, menos mal que duerme tan sólo para poder volar y soñar que ayer fue un sueño, que los años no han pasado. Pero pesan las pestañas y siempre llega un mañana con sus termitas devorando los agujeros de las persianas.
Duerme para olvidar, pero le cuesta tanto dormir...
6 comentarios:
dile a tu amigo que se compre unas zapatillas nuevas y suplante el café por el zumo de piña. siempre funciona.
Las pestañas siempre pesan, siempre.
Nos cuesta tanto ignorar el paso del tiempo que no hay quien nos quite el insomnio
hay que aprender a soñar con los ojos abiertos, sería un buen remedio.. pero también cuesta
Me encantan los sueños en blanco y negro, y más aún, si son de esos difíciles, de los que cuesta llegar: creo que no hay nada más preciado que el sueño de un insomne.
levanta la persiana para que de verdad llegue la mañana, ah! y ya si abres la ventana pues todo se hara un poquito mas grande y no será tan fria esa habitacion! Hay zapatillas que se tienen que tirar para comprar unas nuevas quizas las viejas vuelvan como las modas, pero con mas fuerza algun dia!
Una sonrisa con cafés de mas y con poco sueño...tambien.
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