martes, 16 de noviembre de 2010

Pasado imperfecto

Comenzó a enseñar los ríos que la palma de su mano dibujaba donde antes solamente había un puño cerrado como un gran punto y final. Sus ojos despertaron hinchados de albergar tantos recuerdos en una habitación custodiada por la anarquía. Media cama deshecha y miles de banderas a media asta sobrevolaban abatidas sin rumbo buscando medio millar de razones para.
Parece que el dolor desaparece. Un cigarro enciende sus pulmones, cansados de suspirar el insípido aire de segunda mano que le dejó el destierro. Sentado en la cama atravesaba curioso la ventana, trataba de restar importancia al leve dolor que le causaba el mismo latido, la tilde que rodaba hasta un suelo frío lleno de cenizas.
Y parece que el dolor desaparece, se apaga, emigra gramo a gramo y se va cerrando...

No hay comentarios: