domingo, 13 de julio de 2008

Cama para uno [part XIII]

Se levantó y sin mediar palabra se marchó. Cogió el metro, línea 6, la circular se sentó y cabizbajo dejó que el vagón avanzase durante un par de horas que no fueron suficientes para impedir ni calmar un pensamiento unidireccional. Solitario volvió ya de noche a su casa girando asustado la cabeza cada vez que el viento se mofaba de él moviendo alguna bolsa abandonada en el suelo, casi podía escuchar el eco de la cópula entre viento y plástico, ahí estaba el aire que le faltaba. Mientras su mirada, incapaz de levantar vuelo, recorría el mapa asfáltico de alguna calle de Madrid sin prestar atención al resto de luces blancas, verdes y rojas que adornaban un árbol de navidad hundido en la neblina tóxica de los coches. Giró el ojo del portal y el calor del edificio le reportó algo de tranquilidad que se esfumó en un claustrofóbico ascensor color verde metálico cuyo espejo no devolvía imagen alguna.
En realidad ella tenía razón, y tenía muchas dudas sobre él. Tenía dudas, no sabía o ignoraba. Y tenía razón, tenía razón porque cuando alguien ama o quiere se entrega sin duda alguna, y ella tenía dudas. Estaba enamorada de un personaje de cartón, como ella dijo, y se dio cuenta de que su creador no era como su personaje, él era un tipo normal y su personaje era cuidadoso en las palabras, dedicado a cada célula de su cuerpo por la que había un verso, físicamente era una persona común, no demasiado atractivo pero lo suficientemente común como para pasar desapercibido entre la multitud y que había convertido con su palabra un personaje perfecto para ella, un personaje que no podía escapar del mundo cuadriculado pintado a base de mina de carbono para poder abrazar a aquella morena mujer, como en la distancia que nos separa.
Él la quería y ella tenía dudas, entonces entendió que las palabras chocan en un límite invisible que no podemos evitar y que aparece cuando uno menos se lo espera para separar, lo que no sabía era si ese límite estaba impuesto por alguna regla universal o natural o por nosotros mismos, los que nos hacemos llamar seres humanos.

Se levantó y sin mediar palabra se marchó, pero solamente se fue para que ella no le viera llorar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

al final tanta presión ha tenido su efecto, eh?

:)


y luego dices que soy yo la que se queda en no sé qué limbo semántico. ¿cómo llamas tú a esto?

como no se marchó ella, se marcha él

si es que no se puede dar tantas vueltas a las cosas... eso de marcharse y ale está mu feo

:)



milmillonesdebesosdelasseisymedia
ydelassieteydelasocho...

Anónimo dijo...

qué tal los enanos????
te dejaron dormir????



buenos días!!!!!!!!!



milmillonesdebesosmañaneros
conproteínasparaelgimnasio
ysuplementovitamínicoparadespués

Anónimo dijo...

martes: comida con amigas
miércoles: visita al [posible] nuevo piso
jueves: my family en Madrid

para todo lo demás, mástercard...


(uy, la pastilla... espera... ya)


la idea de la siesta ha sido nefasta
¿sabes esa sensación de intentar dormir y que parezca que los obreros estén alrededor de tu cama picando y taladrando? yo sí... hasta las seis y media... y encima, me han dejao la entrada del piso echa unos zorros

(ves? ahora sí parezco una maruja de bata y rulos)

pobres, encima que les toca currar...

así que ante la idea de no poder leer, ni ver la tele, ni escuchar música ni ná de ná que requiera algo de concentración, por mínima que sea, tiene usté ya la XIV parte


:)


milmillonesdebesos
otravezconsaborahelado
dechocolatebelga

Anónimo dijo...

eso, limbo semántico

:)


como llego tarde, tendrá que quedarse sin besos esta noche

:P



pd. apuesto cualquier cosa a que mariajo no se la lee... conociéndola terminará diciendo, antes de llegar a la segunda o tercera línea, "¡qué tostón!"