jueves, 28 de diciembre de 2006

Agua

Caen suicidas, nerviosas se bifurcan por el tosco precipicio de su rostro,
una mirada suave que vuela como una daga que clava siempre en el centro,
me penetra y caigo lentamente hacia atrás en milésimas que fueron segundos,
y segundos que se convirtieron en minutos eternos lapidados por lo escrito.
Transportar lo emotivo a la exactitud del tintero es querer vaciar el mar llenando vasos,
no hay balanza para una sonrisa, ni para abandonar la consciencia en tu busca,
por eso mi vida está llena de vasos que colman.

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