sábado, 23 de marzo de 2013

Julio Cortázar

Si te adentrabas en las entrañas de aquel abrupto bosque, podías sentir rasgar tu piel con las erres de sus ramas y raíces afiladas. Pero merecía la pena la piel rota y la sangre con tal de llegar hasta su núcleo. 
En el centro de toda paz, donde convergía la síntesis de todas las respuestas que todos y cada uno de los seres humanos que han pisado esta tierra han buscado alguna vez, se hallaba una foto. Era la foto de nuestros padres, los primeros que empujaron la primera pieza del primer dominó de huesos y vísceras, venas y músculos.
Allí, en el centro del origen que paría en silencio una idea, naciste. Entre lápices mordidos y papeles arrugados, cordón umbilical y mantas calientes.


(Leyendo un extracto de Cortázar llamado Casa Tomada en el blog de Layla Martínez, Julio llamó a mi puerta y me dejó esta improvisación de inspiración)

2 comentarios:

Camila S, dijo...

Sí.

Unknown dijo...

No sé si lo sabes pero si no te lo digo ahora: ni Messi ni Maradona. Dios es Cortázar.