martes, 17 de febrero de 2009

Vista y gusto

Cuando te veo muero un poco, porque sé que cuando mis ojos se bañan de nuevo en ti volverán a secarse en un hasta luego de lágrimas ausentes, sólo de vuelta a la rutina recordando ese último gesto que firmaba la elástica prolongación física entre los dos.
Todavía ignora mi pobre alma estos 20 minutos de distancia entre una estación de autobuses que se hace cada vez más pequeña y un autobús cobarde que siempre llega a tiempo, siempre allá a lo lejos.
Cada vez que te veo muero un poco,
pero más muero cuando no te veo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jooooo! Q bonito...

Anónimo dijo...

te quiero