miércoles, 4 de febrero de 2009

Hasta luego...

hola cielo....
pensarás que estoy tonto...pero no me ha gustado la manera de decirte adiós, tan repentina, tan "no mía", tan fría y tan rápida, cuando nuestras despedidas son lentas y melosas, como cuando nos besamos, interminables.

...

he conocido otra manera de querer, porque creo que se quiere diferente a medida que uno crece, y creo que en esta época de mi vida, de la nuestra, el amor se vive de muchas maneras, con pasión, con cabeza, sin ella...de maneras indescriptibles, hechas posibles gracias a ti por cómo evocas con tu mirada, con tus gestos, con tu boca...con tu mirada, tus ojos...donde me paseo y me recreo, una cárcel posible fuera de ella...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿te acuerdas?


Anónimo dijo...

Porque, de repente, hay personas, hay textos, hay palabras que marcan un punto de inflexión y cambian el rumbo de una noche, aunque nunca lo sepan... o sí...


¿Y por qué no vamos a poder jugar ya con nuestras manos como críos enamorados sin saber qué es eso? ¿Qué importa que la gente nos mire mal? No es tarde para casi nada. Aunque la sonrisa, a veces, se guarde en un cajón, aunque mueran los patos y el pan se ponga duro y los columpios chirríen y la madera se quiebre. Siempre habrá alguien capaz de abrir el cajón de las sonrisas olvidadas, nacerán nuevos patos, los panaderos nunca duermen durante la noche, los columpios que chirrían tienen su magia y la madera quebrada guarda entre sus grietas todas esas historias de libros, besos, discusiones y regalos. Cuando el tiempo valía infinito elevado al cuadrado de la ausencia, del juego de miradas. Cuando los paraguas sólo servían para cobijarnos de la lluvia. Cuando, como hoy, uno renuncia a mendigar sentimientos. Yo sigo jugando en los columpios y tirando migas de pan al agua. Las madres me miran mal. Los niños me miran divertidos.



buenas noches-buenos días


(3 de junio de 2008)











te quiero