Reventando en el cielo fuegos estelares, caía el suave telón de una tarde color melocotón que supo a poco. Siempre saben a poco esas tardes preciosas color melocotón cuando se ven tras las ventanas de una cárcel de papel.
Es una pena que los días se oxiden tan rápidamente.
1 comentario:
El título me recordo a un verso de Héroes del Silencio. Es bonito, la última frase fantástica.
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