Cambiando el mundo a cañonazos. Pero siempre desde castillos en el aire.
lunes, 1 de junio de 2009
Sexo anónimo sin ánimo de
Se recostó dándole la espalda y su cara se estiró en un gran bostezo de satisfacción. Fue el mejor polvo que jamás había echado y, mientras el sudor comenzaba a enfriarse, se preguntaba cómo se llamaba.
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