Era como los cuentos para después de un bombardeo. Como la calma de un océano plano que empuja sin ganas hasta batir en blanco.
Era la inmensidad domada.
Era lo que hay detrás de la mujer idealizada. La tierra de la que bosteza la semilla.
Era el alma.
Era ella.
2 comentarios:
Me enamoré de tu Dulcinea la primera vez que la vi a través de tus ojos y tus letras, hoy me he enamorado de Ella... pufff, creo que está bomba es mi favorita :)
mil
Eres como un abrazo desnudo.
Una sonrisa que te muerde el alma.
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