Hoy es mi día de suerte, todos han venido a verme, he conseguido juntar a familiares que no veía desde hace años con amigos que ni recordaba ya. Todos hablan, se abrazan. Incluso ríen. Comparten anécdotas, beben café juntos escuchándose unos a otros.
En calma.
Reina un frío silencio que solamente se mezcla con sus miradas templadas, de esa manera el aire de este otoño tan tardío no corta tanto. Creo que es el mismo frío que sentimos todos cuando.
Ojalá muriera todos los días.
7 comentarios:
soy fan de sus entradas/microrrelatos
Pena que haya que morir para reunir a la gente. Buen escrito. Beijinhos.
Y al leerte con ese final, creo que a mi tambien me entro un escalofrio.
Sonrisa cogenlada!
Me gusto lo inesperado :)
es triste tener que irse para "ver" quienes vendrán,
me leo todas tus entradas, café en mano, y ya van más de cien
Sin palabras al leer la pura verdad
Creo que es algo que yo siempre he pensado. Quien iría, qué dirían... Cosas así.
Me gusta el punto de vista, pero… ¿no quedarían mejor unos puntos suspensivos después de cuando? Un saludo.
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