No te prometí amor eterno, pero te embadurnaste con tus mejores galas, con tus mejores ganas para verme al día siguiente. Entonces me viste besando a aquel chico, sacaste un cigarro del paquete y lo encendiste, a pesar de haberte fumado uno hace nada.
Luego me viste pero no quisiste hablar conmigo, yo estaba hablando con otro chico. Aún así te acercaste como si no estuviera a tu lado y te dije hola. Comenzamos una conversación que no nos llevaría a ninguna parte y partiste de nuevo con tus amigos. Yo ni me di cuenta y seguí mi guerra.
No te prometí amor eterno, ni cielo ni infierno, ni sexo ni cuernos, ni apuntes en cuadernos...
Ni siquiera sé ni mañana podremos vernos.
2 comentarios:
y aunque así hubiera sido... las promesas no valen nada
;)
..."pero hoy no era ayer, sino mañana, y un insolente sol, como un ladrón, entró por la ventana..." , como diría Sabina....
¿para que planes?... Yo espero a quien vale la pena "allí donde habita el olvido"... y vuelve a mi memoria, cada vez que ambos lo deseamos...ni promesas, ni planes, ni futuros inciertos....
Me gusta como escribes.
Besos sin promesas...
Publicar un comentario